Por Raúl Hernández Moreno
El PRI se negó a darle un espacio en la planilla de síndicos y regidores al Sindicato de Maquiladoras, porque tiene más de 18 mil afiliados.
Tampoco le quiso dar una posición a la Confederación Nacional Campesina (CNC), porque tiene menos de 200 afiliados.
Total hicieron a un lado, despreciaron, desecharon, hicieron menos a los dirigentes de las dos organizaciones, Luis Eduardo Martínez López y Alejandro López Robles y sería infantil pensar que estos van a trabajar para el PRI. Lo peor para el tricolor es que no hay forma de presionarlos para que trabajen, porque como no controlan el gobierno municipal ni el estatal, no pueden ofrecerles chambas administrativas ni posiciones partidistas en las que reciban sueldo. Se acabo la ley del garrote o premio.
Lo que es una paradoja, es que se haya menospreciado al Sindicato de Maquiladoras, porque tiene exceso de afiliados y a la CNC, porque tiene escasez de afiliados, y en cambio se otorgaron posiciones en la planilla a Mónica García Velázquez y Ana Laura Anzaldúa, con la convicción de que cada una aportará miles de votos – 5 mil cada una, de acuerdo con las estimaciones de los estrategas priistas– pero en fechas recientes ambas damas demostraron el músculo al a reunir a poco más de 40 gentes para una protesta pública –y eso con el apoyo de Santos Francisco Hernández Aguilar que también va en la planilla del PRI, como síndico segundo, pero en calidad de suplente.
Si esa capacidad de movilización no convenció al interior y exterior del PRI, Ana Laura Anzaldúa acaba de ofrecerle un acto de apoyo al candidato a la diputación federal, evento que se realizó en las instalaciones del PRI.
Al final las asistentes se tomaron una foto con el candidato y junto con él, hay 30 personas. ¿Otra vez el OMPRI muestra su músculo?
Queremos aclarar, aunque nadie nos los pidió, que tanto Ana Laura como Mónica nos parecen buenas personas, son bien intencionadas. Ambas tienen asegurado un lugar en el próximo cabildo, así sea de minoría. El problema es que no traen masas detrás de ellas. Y el PRI necesita de esas masas.
En otro tema, muchos neolaredenses se preguntan cuál va ser la posición de Horacio Garza en el actual proceso electoral.
Creo que no hay que buscar una la aguja en el pajar. La aguja esta a la vista. De entre los ex alcaldes, el mejor amigo de Horacio es Ramón Garza Barrios y el aprecio es mutuo. En política también hay amistades. Y las hay esta con quienes militan en partidos distintos. ¿O a poco los priistas tienen que negarle el saludo a Ramón por haberse ido a Morena?
Pero además los actuales dueños del PRI siempre han hecho menos a Horacio. No lo quieren y lo combaten cada vez que pueden. Siempre en privado, por supuesto.
En los últimos meses los dueños del PRI formaron un grupo compacto. Acordaron que de ahí saldría el candidato. Cerraron espacios a los demás actores, a los que no les dieron la oportunidad de ingresar a ese círculo. Al final lograron su objetivo, pero con un PRI más dividido que nunca. El partido está hecho pedazos y no se ve la forma de unirlo.
La dirigencia priista no puede pedir institucionalidad ni unidad en torno al partido, a los que se hizo a un lado.