Por Raúl Hernández Moreno.
Los números fríos obtenidos en las últimas elecciones, no favorecen ni al PANAL ni al Verde, que se han acostumbrado a ir aliados con el PRI, para obtener posiciones de representación proporcional.
Al PANAL la elección en la que mejor le ha ido fue la de 2012, para diputado federal, cuando obtuvo 11,309, pero en ese proceso electoral iba para candidato a senador, su líder moral, Arnulfo Rodríguez quien obtuvo 104,488 mil votos. Fue él quien arrastró votos a los demás candidatos.
Para el 2015, la votación del PANAL bajo a 2,190 y en la del 2016, cuando fue aliado con el PRI, pero los votos se contabilizaron de manera individual, apenas llegó a 1,566.
Sin mucho esfuerzo, el PANAL ha obtenido una regiduría en las últimas administraciones municipales, porque ha estado aliado con el PRI.
Es el mismo caso del Verde que en las tres últimas administraciones municipales ha tenido un regidor de minoría, al ir aliado con el PRI.
En cambio, cuando juega solo, le va mal en las urnas.
En el 2009 obtuvo 4,824; en el 2015, 3,850; en el 2016, 1,484.
Por cierto, quizá a muchos ya se les olvidó que el actual dirigente del Partido Verde, Gustavo Pantoja, se fue a ese partido, a invitación de Salvador Rosas Quintanilla, quien ha andado en varios partidos, entre ellos el Verde, durante pocas semanas, y en ese inter convenció a Pantoja para que se integrara a ese partido, pero luego lo abandono a su suerte.
Al no ir aliados con el PRI, el PANAL y el Verde técnicamente no tienen posibilidades de obtener una regiduría de minoría, salvo que hagan buena campaña.
En otro tema, desde siempre, nuestro sistema de división de poderes ha sido tema más de teoría que de práctica. La división existe en el papel, en las leyes, pero no en la realidad. Eso ha sido así desde que surgimos como nación independiente, con contadas excepciones.
Pues bien, en los últimos meses hemos visto fallos sorprendentes del Poder Judicial que nos ponen a pensar en la división de poderes.
Esta semana, la Suprema Corte de Justicia destituyó a los alcaldes Erwin Castelán, de extracción priista, del municipio de Coacalco, Estado de México y a Pablo Pérez Macedo, de Tlacotalpan, Puebla, del Partido Pacto Social de Integración, por no cumplir con amparos emitidos a favor de terceros.
En diciembre, la SCJN destituyó al alcalde de Paraíso, Tabasco, Bernardo Barrada, del PRD y al jefe de la delegación Venustiano Carranza, Israel Moreno, por no acatar amparos.
En agosto, la Suprema Corte de Justicia dictaminó que los funcionarios de elección que busquen la reelección, no están obligados a separarse de sus cargos, como lo establecen las Constituciones de varios estados, incluyendo Tamaulipas.
A su vez, el Tribunal Federal Electoral, en el 2016 determinó que los candidatos independientes que buscan la presidencia municipal tienen derecho a participar en el reparto de regidurías, lo cual les negaban las leyes locales, como las de Nuevo León y Tamaulipas.
Este tipo de fallos, de pronto devuelven a los incrédulos la esperanza de que el Poder Judicial haga cumplir las leyes, entre ellas la división de poderes.