Por Raúl Hernández Moreno
Hace casi tres lustros que el Presidente de la República no visita Nuevo Laredo. El último que vino fue Vicente Fox y eso cuando participaba en las cabalgatas interestatales, que terminaban en una mega-borrachera en la que antes de beber, los gobernadores asistentes ya estaban borrachos y soltaban toda clase de ocurrencias, como esa que dijo Natividad González Paras que “los narcos nos hacen los mandados”.
Ni Felipe Calderón ni Enrique Peña Nieto se tomaron un tiempo para visitar esta frontera, a la cual Adolfo López Mateos le invento el mito de los migrantes que cargaron con sus muertos enterrados al norte del río Bravo, para traerlos al lado sur. Otra leyenda surgida al calor del alcohol.
Felipe Calderón al menos visitó Nuevo Laredo en el 2006, siendo candidato presidencial. En cambio, Enrique Peña Nieto no hizo ni eso.
Y por lo visto, ni José Antonio Meade ni Ricardo Anaya tienen previsto visitar esta tierra, en los pocos días que restan de campaña. ¿Para qué, han de decir?
En cambio Andrés Manuel nos visitó recién iniciada la campaña presidencial y llegó vestido de Santa Claus para anunciar que si gana instalará en Nuevo Laredo la Dirección General de Aduanas y construirá un tren bala que una a esta ciudad con Querétaro.
Atrás han quedado los tiempos en que Luis Echeverría modificó su agenda para visitar el Instituto Tecnológico, a petición de un grupo de estudiantes.
Escasean las obras federales con cientos de millones de pesos invertidos. La última fue la planta tratadora de aguas residuales, inaugurada por Ernesto Zedillo, y financiada con recursos aportados por los gobiernos de Estados Unidos y México.
Alguien puede argumentar que ahí está la remodelación de la garita del puente II, con más de 350 millones de pesos. Es cierto, pero tantos millones invertidos no le quitan lo chafa que resultó. La idea era que con la remodelación se agilizara el tráfico y todo quedó peor y encima con carriles muy angostos donde a cada rato se estrellan las llantas de los vehículos.
Y claro están las obras viales en la carretera nacional, en la radial III, pero esas obras nos quedan debiendo, para lo que realmente requiere Nuevo Laredo.
En medio de todo esto, Andrés Manuel López Obrador tendrá mañana viernes un cierre regional en Ciudad Victoria, hasta donde se desplazarán simpatizantes de todo el Estado. Bien por los Morenos y sus aliados.
En el caso de Nuevo Laredo, no van todos los morenos, pues muchos de ellos no quieren desaprovechar lo que queda a los tiempos de campaña, para seguir haciendo proselitismo.