Por Raúl Hernández Moreno
En el curriculum de Jesús Valdez Zermeño se incluye haber sido dos veces presidente del Comité Municipal del PRI, en las dos con el antecedente de que su partido perdió la elección anterior.
Y es que en el 2000 el PRI perdió la elección de diputado federal ante el PAN y en el 2013 el tricolor venía de perder la presidencia municipal, también ante los azules.
Con todo en contra, Valdez Zermeño encabezó los esfuerzos que permitieron una victoria colectiva de los priistas, en las elecciones siguientes.
¿Estará listo el PRI y el propio Valdez Zermeño para una tercera incursión al frente del partido? Es una posibilidad que está en el ambiente por varias razones, entre ellas su amistad con el actual presidente estatal del tricolor, Edgar Melhem Salinas. Pero además hay otra poderosa razón: en el PRI no hay dinero y eso obliga a tener a un dirigente que si no aporta recursos al partido, al menos no le quite, como ha pasado con exlíderes que se embolsaron las prerrogativas.
Hasta hace unas cuantas semanas, Arturo Peña Treviño y Adán Hernández eran mencionados como prospectos para dirigir al PRI.
Había quienes estaban convencidos de que Arturo Peña sería un buen elemento porque sería apoyado con recursos económicos y humanos por su hermano el ex alcalde Daniel Peña, pero se sabe de buena fuente que este le habría dicho que no entraba en sus planes financiar al PRI, porque no hay condiciones de que el partido resurja cual Ave Fénix.
En cambio Adán Hernández dice no impresionarlo la falta de recursos y confía en movilizar a la militancia para sacar adelante al PRI. Adán esta con el grupo de Daniel Peña y es un dato que no gusta a lo poco que queda de la estructura sectorial.
Los cambios en el PRI se decidirán antes de abril y quien quede al frente, literalmente se habrá sacado la rifa del tigre, porque el partido no solo es opositor, es la tercera fuerza electoral, muy retirado del segundo lugar, y tiene a los gobiernos municipal, estatal y federal en contra. Casi nada.
En medio de todo esto, habrá que ver el impacto al interior del PRI por los roces entre Luis Eduardo Martínez-Héctor Martínez con Félix Alemán y los desencuentros entre los tres dirigentes con Santos Francisco Hernández, del Sindicato Nacional de Infraestructura que les está quitando gente, poca quizá, pero les quita.
Estas desavenencias sindicales son resultado de los nuevos tiempos. Si hay competencia en muchos sectores, ¿por qué no en los sindicatos?
Hay líderes sindicales a los que no les gusta la competencia, pero no les queda más que aguantarse. Es lo mismo que pasa en muchísimos sectores, incluidos los medios de comunicación que enfrentan a ese monstruo que son las redes sociales y no se han puesto a llorar, se han adecuado a las nuevas circunstancias.
El Sindicato Nacional de Infraestructura está haciendo su trabajo y son los trabajadores los que decidirán finalmente con quién se quedan.