Por Raúl Hernández Moreno
El domingo, hubo marchas de protesta en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador, en 62 ciudades del país. El número de participantes lo determina cada bando. Los que están con AMLO –hay que recordar que cuando Hitler se suicidó, con él estaban varias docenas de seguidores y Joseph y Magda Goebbels se suicidaron y previamente ésta última hizo lo propio con sus seis hijos- dicen que fueron pocos y los que son anti-Amlo, que fueron bastantitos.
Lo cierto es que fue un movimiento ciudadano y su derecho a protestar está amparado en la Constitución. Están haciendo lo mismo que hacía López Obrador cuando era oposición y no le gustaban las decisiones del gobierno. Solo que el Presidente protestaba con violencia, bloqueaba comercios, obstruía el tráfico vehicular. Con él las protestas eran un desorden. Y los que ahora protestan contra él son decentes.
Y mientras esto le ocurre a López Obrador, en Washington el Presidente Donald Trump se encerró en el refugio subterráneo de la Casa Blanca, resguardado por agentes federales, ante el temor de que el inmueble fuera asaltado por manifestantes protestando por el racismo.
El mismo fin de semana, en Venezuela el dictador Nicolás Maduro anunció que el nuevo precio del litro de gasolina es el equivalente de 50 centavos estadunidenses, unos 10.75 pesos. Hace unos pocos meses el tanque de 40 litros se llenaba con unos 2 pesos mexicanos.
Mal fin de semana para la tercia de tiranuelos.
Alguien tiene que hacerle frente a los tiranos. En Venezuela es Juan Guiadó, en Estados Unidos el Partido Republicano y en México, la oposición la encabeza el bloque de 7 gobernadores del noreste, reclamando una nueva distribución de recursos fiscales.
Ellos son Miguel Ángel Riquelme Solís, gobernador de Coahuila; Jaime Heliódoro Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán; José Rosas Aispuro Torres, de Durango; Enrique Alfaro Ramírez, de Jalisco, y José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima.
Pertenecen a partidos como el PRI, PAN, PRD, MC y un independiente y no sería raro que en cualquier momento se incorpore Miguel Barbosa, de Puebla. Últimamente el morenista choca con mucha frecuencia con la federación.
En los tiempos del PRI hegemónico, gobernador que protestaba públicamente en contra de la federación exigiendo más recursos, era castigado, reteniéndole las participaciones.
Hoy no sería sensato que AMLO hiciera lo mismo contra siete entidades financieramente poderosas. Tampoco se ve que vaya a ceder. En todo caso les deja el derecho del pataleo.
Y mientras tanto, un juez federal le negó el amparo provisional al activista morenista Álvaro Morales que había solicitado la protección de la justicia federal en contra del decreto del gobierno de Tamaulipas estableciendo el doble no circula.
Fue una solicitud innecesaria, pensada más en sacar raja política que en ayudar a combatir al Covid.