
Raúl Hernández Moreno
Uno de los principales triunfadores de la elección del domingo último fue el PRD y su candidato en el Estado de México, Juan Cepeda.
Al PRD, Andrés Manuel López Obrador lo dio por muerto. Molesto porque Cepeda no declino a favor de Delfina Gómez, López Obrador ya advirtió que no quiere al PRD como aliado en el 2018.
Pero al PRD le fue mejor, mucho mejor que Morena, pues en los cuatro estados donde hubo elecciones obtuvo más de un millón 300 mil votos, más de un millón solo en el Estado de México, con el añadido de que en Nayarit y Veracruz participó en alianza con el PAN. Comparte la victoria, pues, mientras que Morena no gano ninguna gubernatura.
Juan Cepeda obtuvo el 17 por ciento de la votación, frente a un 30 de Delfina Gómez. Nada mal para un candidato al que se daba por muerto. Pero además, en plena campaña Cepeda tuvo el valor de criticar de frente a López Obrador y de responsabilizarlo de haber dividido al país en el 2006 y en el 2012 y dijo que por eso perdió esas dos elecciones. Eso lo ubica como un nuevo líder que habla de frente, sin eufemismos, sin retorica, sin palabras con doble sentido. Puede ser uno de los principales protagonistas del PRD en los próximos años, además de que defenderá a su partido de las agresiones de López Obrador.
Si el PRD se alía con el PAN en el 2018, ¡Cuidado!, tendrían amplias posibilidades de ganar la presidencia de la república. En cambio yendo solos, se diluyen las posibilidades del PRD y las del mismo PAN.
En las elecciones del domingo vimos en el Estado de México una izquierda creciente, pues juntos Morena, PRD y PT, obtuvieron el 50 por ciento de los votos emitidos. El problema es que es una izquierda desunida, además de que hay una izquierda radical, la de Morena, y una izquierda moderada, la del PRD. La izquierda de Morena se identifica con Corea del Norte, Rusia, Venezuela y Bolivia y la izquierda del PRD está más ubicada al centro, más propositiva, tipo Francia.
Por supuesto, los actores del perredismo no son los mismos en el Estado de México que en Zacatecas o Tamaulipas. Hay diferencias. Lo vimos el año pasado en nuestra entidad, cuando personajes como Joaquín Hernández Correa y Juan Manuel Rodríguez Nieto siempre estuvieron de acuerdo en una alianza con el PAN, y Francisco García Cabeza de Vaca, en tanto que Cuitláhuac Ortega, Alberto Sánchez Neri y Jorge Valdez Vargas, siempre se opusieron.
Estamos conscientes de que suena raro ver juntos a Cabeza de Vaca y Jorge Valdez, pero igual decíamos de Margarita Zavala y Ricardo Anaya, y se juntaron en Saltillo.
Las elecciones del domingo también mostraron que no hay un partido que concentre el voto mayoritario. El ganador termina triunfando con un porcentaje mucho menor al resto de los votos que obtuvieron los otros partidos. En el caso del Estado de México el PRI ganó con el 33 por ciento de la votación. Dos de cada tres votantes, emitieron su sufragio a favor de otras opciones partidistas.
Esto hace necesario que los partidos reflexionen si se van solos en la siguiente elección, con posibilidades de triunfo disminuidas, o si hacen alianza con otros partidos para mejorar sus expectativas.