Raúl Hernández Moreno
Con todo y el descalabro político que sufrió el año pasado, hay priístas, pocos si se quiere, que siguen viendo bien que Ramón Garza Barrios sea candidato en el 2018.
Nadie desconoce que Garza Barrios fue quien estuvo atrás de la candidatura de Héctor Canales, misma que casi logró para sí Yahleel Abdala, quien se sentía tan segura que sus padrinos imprimieron 10 mil camisetas con leyendas de apoyo que finalmente se inutilizaron, el suyo no es el único caso de políticos adelantados, a Rafael Pedraza se le quedó una caja tráiler con propaganda en el 2015.
Cuando finalmente se dio la designación de Héctor Canales, para la foto posaron él, Yahleel, el delegado Gonzalo Rivera y el propio Ramón.
Otros simpatizantes de Ramón van más allá de verlo competir bajo las siglas del PRI y ven más atractivo que se postule o por Morena o en calidad de independiente.
Y es que hay muchos estudios que establecen que las siglas del PRI están muy desgastadas, por eso en el 2015 Yahleel Abdala hizo lo posible por desmarcarse del PRI y uso como color de identificación el color morado.
Ramón Garza ya no tiene la presión de Egidio Torre, quien se encargo de ponerle muchas piedras en el camino. Fue él quien en el 2011 le ordenó manejarse con un bajo perfil para dejar trabajar en paz a Benjamín Galván quien en vez de agradecerlo se dedicó a golpearlo políticamente.
Es curioso que al interior del PRI haya voces que piden no darle vuelo a ninguno de los ex alcaldes, en particular a Ramón Garza Barrios, Horacio Garza Garza, Daniel Peña Treviño y José Manuel Suárez López. Argumentan que ya fueron alcaldes, disfrutaron el poder, beneficiaron a su gente y ahora es justo que otros sean los protagonistas.
Sin embargo, dos de estos ex alcaldes, Daniel y Ramón, son de los que más cooperan con el partido, cuando se organizan actividades. Es decir, los quieren, pero para que cooperen, nada más.
La realidad que los ex son un activo en cualquier partido y en todo caso depende del resto de la militancia decidir hasta dónde los dejan intervenir, pero con un trabajo real, no con meros comentarios de sobremesa. Mientras la militancia no se involucre más, habrá quienes aprovechen esta inactividad para apoderarse del partido, y esto pasa en todos, no nada más el PRI.
En otro tema, la masonería recordó el aniversario luctuoso de Benito Juárez, con la colocación de una ofrenda floral a cargo del alcalde Enrique Rivas Cuéllar.
Ahí estuvieron conocidos masones como Onofre Hernández Madrigal, Olivio Ochoa Gutiérrez, Arnoldo Vanoye Gutiérrez, Luis Castillo Treviño.
El gran ausente fue Fernando Ríos Rodríguez, porque estaba fuera de la ciudad.
Don Benito estuvo 14 años en el poder, es el segundo presidente que más ha durado. El primero es Porfirio Díaz Mori, con 30. Ambos se graduaron de abogados, ambos fueron de origen indígena, ambos oaxaqueños. Fueron muy amigos, después se pelearon y una vez muerto don Benito, don Porfirio se encargó de enaltecerlo, de construir su mito, con tan mala suerte que don Benito terminó por superarlo.