
Por Raúl Hernández Moreno
Si de pronto Viviano Vázquez decidiera renunciar a la presidencia del PRI, en su lugar entraría la secretaria general Baudelia Juárez García.
Ese es un escenario que a pocos gusta. y es que Baudelia pertenece al grupo de Arnulfo Tejada Lara y la gran mayoría de los priistas están convencidos de que cuando fue regidor trabajo para el alcalde Carlos Canturosas.
Ciertamente nunca actúo como regidor opositor, sino más bien como un aliado de Canturosas. De hecho hay quienes están convencidos de que cuando se le asignó la tarea de coordinar la campaña de Héctor Canales, para el PRI fue trabajar con el enemigo en casa.
Por todo eso, pocos quieren a Baudelia dirigiendo al PRI, porque no sería ella la que mandase y creen que para sacar a Tejada del PRI se batallaría un poco.
Ahora bien, para el PRI tener al frente a una mujer, le ayudaría a ponerlo al parejo con el PAN. Y es que un dirigente priista criticando y golpeando a la panista Imelda Sanmiguel, podría verse mal, en cambio las cosas cambian si al frente del PRI hay una mujer que pueda polemizar con Imelda. Socialmente hablando, la situación sería pareja.
Ahora bien, pocas son las mujeres activas en el PRI que conocen sus estatutos, su idiosincrasia, su estructura territorial, su forma de hacer política.
Hay féminas con muy buena trayectoria política y buena imagen entre la sociedad. La principal, con estas características, es Rosa María Alvarado, por su trabajo social con clubes sociales, con escuelas, por su cercanía con los grupos empresariales, por su trabajo de gestoría con la gente de las colonias y un largo etcétera.
También están la delegada del Infonavit, Cristabel Zamora, una de las mejores oradoras del PRI y la diputada federal más destacable de la última década; la ex alcaldesa Mónica García Velázquez; la ex jefa de la Oficina Fiscal, Imelda Mangin Torre; la ex diputada local Marisela López Ramos. Y algunas más.
Algunas de estas damas quieren. El problema es que no es un asunto de querer, sino de que quieran los que toman las decisiones. A todas ellas les van a encontrar peros, porque nadie es perfecto y menos cuando en el PRI les gusta practicar el canibalismo.
Cuando Magaly Villanueva dirigió al PRI, hace tres lustros, no lo hizo tan mal, porque fue arropada por sectores y organizaciones. Ese trabajo en equipo, además de que se tenía la gubernatura y la presidencia municipal, permitió al tricolor salir adelante.
Hoy las circunstancias son diferentes. El PRI es opositor, las arcas del partido están vacías, hay desanimo entre la militancia, el peso electoral del partido es el mismo desde el 2012 a la fecha, todo lo cual hace necesario, en el supuesto de que el PRI decida darle oportunidad a una mujer, que se trabaje en equipo, para que mejoren la expectativas de triunfo.
Por último, desde las cuatro de la tarde del martes reinicio sus labores el puente III, permitiendo el paso de camiones vacíos. La carga tardará unas horas más.