
POR JUAN MANUEL REYES BARRON
Hoy, hace rato tuve un sueño muy raro, veía de arriba de lo alto de una montaña, no preciso a quien acompañaba, era un hombre Mayor, de canas y barbas color blanco, no hablaba, sólo me conducía por una vereda rodeada de grandes árboles, él me señalaba que observara hacia abajo, hacia dónde el indicaba con su brazo y dedo, y se veías grandes manchas de sangre y sangre saliendo como agua de la misma tierra. Veía a lo largo de camino largo y accidentado muchos cuerpos de seres humanos tirados al lado del camino, pululaban alrededor de los cuerpos aves de rapiña y animales de uña. Seguimos caminando y llegábamos a una Ciudad, la cual estaba destrozada, calles destrozadas, vehículos abandonados, enfermos por doquier, unos hombres robando a otros hombres. Y llegamos a un edificio el que parecía había sido un Palacio o Castillo, este, estaba rodeado de hombres y mujeres con uniformes militares, frente a este edificio había cuerpos acuminados y que eran vigilados por aquellos hombres vestidos tipo militar. Continuamos caminado y volvimos a lo alto de la montaña, donde el hombre barbado, sin voltear a verme, susurró: muchos hombres que han llegado al Poder sin explicación, han realizado un pacto con Lucifer, a quien le entregan su alma, de sus familiares, y le promete entregarle la sangre de los habitantes de ese lugar.
Ya en otras épocas y países ha sucedido, sólo que estos hombres alteran el presente y el futuro de una Sociedad.
Dios les brinde fuerza y protección, y es necesario que todos los que creen en Dios, estén en ORACIÓN, para que Dios Padre obre el milagro y las libere de los demonios que hoy ostentan el poder público.
Yo me quedé sentado en la piedra donde estábamos descansando y el hombre barbado empezó a levitar y alrededor de él hombres Rubios y con túnicas color blancas brillantes.
En su ascenso comentó, diles que no olviden SODOMA Y GOMORRA Y EL DILUVIO.