Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Aun cuando la planta potabilizadora enfrenta temporadas de turbidez en la captación del agua del río Bravo, los trabajos de limpieza y purificación permiten garantizar que el vital líquido que se envía a los domicilios de usuarios es totalmente apto para consumo.
Los trabajos que realiza la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) son avalados por una metodología que va desde la extracción hasta el paso por área de verificación química, declaró Luis Moreno Hinojosa.
De acuerdo a información aportada por el gerente general de la Comapa, el meticuloso proceso garantiza que el vital líquido que llega a los hogares de una manera totalmente apta para consumo humano, de acuerdo a análisis bacteriológicos que se realizan diariamente.
“Ni grasas o sustancias ajenas a su composición se han detectado en el proceso de potabilización. Sin embargo, se han encontrado unidades Neftelometricas (NTU), es decir, materia orgánica e inorgánica y sólidos suspendidos”, afirmó.
De acuerdo a la bitácora del informe de calidad, durante temporadas de turbidez, la paramunicipal se llegan a recibir el agua con 63.3 (NTU), logrando disminuir la turbidez hasta en 1.1 (NTU) al momento de concluir el proceso de potabilización.
Además de los estudios que realiza la Comapa, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), realiza análisis repentinos en la ciudad para verificar que el organismo envíe el agua libre de contaminantes y evitar enfermedades a los ciudadanos, comentó Moreno Hinojosa.
La Secretaría de Salud es otro organismo que verifica que la paramunicipal cumpla con la norma NOM-127-SSA1-1994, la cual consiste en enviar a los domicilios el vital líquido con la calidad específica para consumo de los habitantes.
Citó que el agua que envía la Comapa a los usuarios, está calificada como una de las más altas en calidad, de acuerdo a los procesos de evaluación que se realizan periódicamente de manera sostenida.