Juan R. de la Sota
Américo Villarreal Anaya, jugará en la elección en un marco de inconformidades, protestas, molestia, repudio y rechazo en su contra por parte de militantes y simpatizantes del Partido Morena, al cual consideran un arribista, forastero, ambicioso y traidor.
Lo anterior, al despojarlos de la candidatura a la Senado de la República, misma que no merece, porque no ha trabajado a favor del partido Morena ni del proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador, abanderado de la Coalición “Juntos Haremos Historia”.
El médico Villarreal Anaya, no goza de méritos para ser el candidato de ese partido a la Senaduría, en la primera posición, toda vez que no lo ampara trabajo alguno a favor de la sociedad ni del instituto político que representa.
Su único mérito y orgullo, es ser hijo del ex gobernador Américo Villarreal Guerra, una gran persona que sirvió con eficiencia y honestidad a los tamaulipecos.
Sin embargo, este galeno, nada le aprehendió a su padre, pues cómo servidor público en el sector salud su trabajo fue escaso y no sobresaliente, al mantener una política de opacidad y con disimulo de cumplimiento laboral, para cobran un buen sueldo.
Tiene derecho a ser candidato, todos los ciudadanos que cumplan con los requisitos de la Ley Electoral, les concede esta oportunidad, pero no merece ser abanderado, porque no cuenta con trabajo político que le garantice a MORENA clientela electoral y votos, dado que ni un vaso de agua a gestionado a favor de la gente.
Al señor Américo, jamás se le ha visto en comunidades rurales, en las colonias y en otros sectores de los 43 municipios de Tamaulipas, es más apuesto que desconoce cuál es el número de habitantes de Ciudad Victoria y de todo el Estado.
Me atrevo asegurar que no sabe cuántos artículos tiene la Constitución Local y Federal, información que es prioritaria conozca, de lo contrario, si es que gana, hará el ridículo y representará la vergüenza de los tamaulipecos.
Con Villarreal Anaya, los tamaulipecos no tienen compromiso, puesto que jamás les gestionó ni tan siquiera una caja de medicinas, como funcionario de la Secretaría de Salud, y como no cuenta con trabajo a favor de la gente pobre, los electores le darán la espalda y le otorgarán la derrota.
Es un improvisado en la política, representa a la imposición y por consecuencia a la antidemocracia, es de los renegados priistas que le mordió la mano y traicionó al PRI, por la ambición de poder y dinero. Llega y representa a Morena, sin ningún mérito. Para los militantes de muchos años de este partido, es un auténtico desconocido.
Su patrón, el antidemocrático de Andrés Manuel López Obrador, se equivocó al designarlo candidato, dado que para su empresa MORENA, sólo representa garantía de derrota, porque es un doctor y aprendiz de político desconocido entre el electorado tamaulipeco.
A María Guadalupe Covarrubias Cervantes, candidata por la segunda formula a la Senaduría, no la conocen ni en su casa ni sus familiares. Ambos aspirantes a la Cámara Alta, podrían obtener algunos votos que les promoverá la candidatura de López Obrador.
Cambiando de tema, los electores merecen conocer las propuestas de trabajo de los candidatos a Senadores, Diputaciones Federales y Presidentes Municipales, con el fin de que analicen y determinen por cuál de las opciones votar el próximo 1 de julio.
Por parte de ellos prevalece desinterés por participar en una confrontación de propuestas serias, claras y reales que resuelvan los problemas de la sociedad, lo cual representa un desprecio a la gente y ocultamiento de su proyecto de trabajo, el cual, los ciudadanos tienen el derecho de conocer.
La autoridad electoral aseguró que dichos candidatos no han mostrado interés para debatir y esto no coadyuva en el fortalecimiento de los procesos democráticos.
El vocal Presidente de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral, Manuel Trujillo, aseguró que el INE quiere promover que exista realmente una cultura de la confrontación, de argumentos entre los distintos aspirantes a los puestos de elección popular, pero no ha habido respuesta.
Los candidatos de los diferentes partidos políticos, con los debates, tienen la oportunidad de informar a la población sobre su plan de trabajo, de demostrar su capacidad, conducta y aptitudes, sin embargo, si evaden participar en este tipo de confrontaciones, demostrarían que no cuentan con la preparación necesaria para representar a la gente en un puesto de elección popular.
En otro asunto, las preferencias electorales que registran los candidatos a la Presidencia de la República, podrían variar, luego del primer debate que éstos sostengan el próximo domingo 22 de abril en el Palacio de Minería.
De acuerdo a la agenda, el candidato presidencial independiente Jaime Helidoro Rodríguez Calderón, abrirá el debate y cerrará el encuentro el candidato de la Coalición “Todos por México”, José Antonio Meade.
El abanderado de la Coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, será el segundo en participar en el debate y el penúltimo en participar en el evento, programado para una hora con 52 minutos.
Periódicos nacionales publicaron que conforme a la escaleta (guión) del debate presidencial aprobada por el Consejo General del INE el pasado lunes, ningún candidato a la Presidencia participará en el mismo orden en los segmentos que componen el debate.
Empezará el encuentro “El Bronco”, López Obrador, Anaya Cortés, Meade Kuribreña y Zavala Gómez del Campo.
Cerrarán el debate en el siguiente orden: Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade Kuribreña.
Este encuentro, los abanderados presidenciales deben usarlo como un espacio para informar sobre sus propuestas de trabajo gubernamental, no para la acusación para pretender desprestigiarse. A le gente le interesan proyectos que resuelvan sus necesidades.
El dato: El aspirante presidencial independiente, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, montado en una yegua inició su segundo día de campaña en un municipio de Chiapas.