Por Juan R. de la Sota.
Las siglas del PRI las han devaluado, sobreexplotado, exprimido y convertido en odiosas, lo cual le ha generado repudio, pérdida de fuerza, valor y poder en territorio tamaulipeco.
Así designe a los mejores candidatos, recen, invoquen milagros, hagan brujerías, se hinquen y den beneficios, este partido no logrará obtener los sufragios suficientes para ganar los espacios de elección popular, toda vez que la gente está harta de los abusos y la corrupción de quienes lo representan.
Ha perdido la confianza ciudadana por privilegiar la ilegalidad, el desaire y olvido hacia los tamaulipecos, por lo que sus resultados de votación serán desastrosos y que le asestarán el golpe mortal.
Un paso a la transformación de este partido, debe ser, sin titubeos ni pensarlo mucho, cambiar de nombre y por supuesto, aplicarle una gran sacudida para deshacerse de políticos traidores.
Parásitos, vividores, zánganos, metiches, supuestos intelectuales, ladrones, barberos, corruptos, violadores de la ley y abusivos, para concederle terreno a nuevos cuadros que hagan de este partido un instituto del pueblo y para el pueblo.
Limpiarse de algunos nombres como los “Guajardos”, “Las Aias Zulemas”, “Los Hernández Cuesta”, “Los Benavides”, “Los Seguy”, todo lo que tenga aroma a exgobernadores, pues son perversos y son quienes lo han dañado, debilitado y que esté a punto de desaparecer y en esto debería tomar medidas el líder nacional priista, Enrique Ochoa Reza, porque pudiese quedarse sin PRI en Tamaulipas.
Además, de continuar con la misma cantera de políticos ambiciosos y gandallas en los mandos medios y superiores, tenga la seguridad que muy pronto el electorado desaparecerá, al que en un tiempo lo llamaron “partidazo” (PRI) del mapa tamaulipeco.
Al PRI ya se lo acabaron, ya no hay nada que le ruñan; su líder Sergio Guajardo Maldonado, se quedó mirando como el chinito; Aida Zulema Flores Peña, consiguió la candidatura, pero con el gran riesgo de perder la elección por indeseable, impopular y buena para nada.
Al PRI, estos individuos ya lo hundieron, ya hicieron historia y tienen algo que contarle a sus amigos y nietos, si es que los tienen.
El partido tricolor, con una sacudido, podría retomar su fuerza, pero esto sucederá cuando sus líderes nacionales lo desempolven, limpien y barran, le dediquen respaldo y una fuerte inversión, de lo contrario del PRI, sólo habrá recuerdos y ni un puesto público y popular que repartir.
Reitero, al PRI, lo lanzan al ruedo electoral federal con un equipo para perder, para darle satisfacción al acuerdo y a los compromisos políticos, por lo que quienes abanderarán a este partido, no deben ser ilusos, porque al único lugar que irán a trabajar con las leyes será su casa, para que primero se las aprendan y luego representen con dignidad y eficacia a su pueblo.
Cambio de tema, para comentarle que Xicoténcatl González Uresti, quien se venía desempeñando como director del Hospital General “Dr. Norberto Treviño Zapata” de Ciudad Victoria, se registrará como candidato a la alcaldía de la capital tamaulipeca por el Partido Acción Nacional.
Xico, se despidió el día de ayer del personal de la Secretaría de Salud y del Hospital General, no sin antes presentar su renuncia al cargo, para ir en busca de la candidatura panista que lo lleve a hacer realidad su sueño de ser Alcalde de Victoria.
Eduardo Garza García, exregidor; Teresa Aguilar Gutiérrez, diputada local; Arturo Soto Alemán, Subsecretario de Ingresos del Gobierno Estatal, Elva Lidia Valles Olvera, diputada federal, entre otros, son algunos de los panistas que también expresaron su interés por ser candidatos del PAN a la Alcaldía de Victoria. Por lo pronto el doctor Xico, ya se les adelantó y se registrará como candidato.
Por cierto, el personal del Hospital General necesita una buen curso de capacitación para mejorar el trato a los enfermos, pues médicos, enfermeras, trabajadores administrativos y de farmacias continúan con una actitud déspota, arbitraria, inhumana, abusiva, negligente e irresponsable, hacia la gente, principalmente la mayoría del equipo médico de los consultorios.
En otro asunto, el gobierno estatal tomó una decisión acertada, al determinar, no conceder licencias y exigir las renuncias a los funcionarios que decidan ir en busca de candidaturas a un puesto de elección popular.
A través de su Secretario de Administración, Jesús Nader, advirtió a los funcionarios públicos que si quieren aventuras políticas, que renuncien.
Comentó que la única instrucción del gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, es que cada uno de los servidores públicos se aboque a sus funciones y dijo que el mismo mandatario ya advirtió que si quieren sumarse a una campaña tienen que dejar formalmente su puesto.
Se está trabajando todos los días, sin pensar en una campaña electoral, aseguró el funcionario.
El dato. El que anda nervioso y preocupado es el Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia, Egidio Torre Gómez, pues teme se investigue si se cumplió con los requisitos para que su esposa Manuela Aliyán Suárez, recibiera el Fíat de Notaria Pública.
El exfuncionario de la PGR, también se desenvuelve en la incomodidad, al no tener las influencias y poder de que gozó, por lo que deberá activarse para cumplir con su obligación y responsabilidad, porque tomando café en un conocido restaurante de la localidad varias horas de la mañana, con una bola de abogados “tucos” (que no son licenciados), no es desquitar totalmente el sueldo que los tamaulipecos le pagan y da espacio a que lo sorprenda la guillotina.