Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Con un recuento da daños y la nueva modalidad, la industria restaurantera se alista a la recuperación, luego de un largo año en el que se vieron obligados a la contracción a causa de las medidas de emergencia sanitaria para hacer frente a la pandemia.
El cierre de solamente tres restaurantes y el cambio de modalidad “para llevar” en los clientes, aparece contrastante con la escasez de personal para atender el servicio de comida, según la descripción que hace la empresaria Ana Laura García de Anzaldúa.
La integrante de la directiva de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), declaró que la nueva modalidad tiene que un menor número de personas que desean trabajar en restaurantes.
“Creo que esto se debe a que el trabajo formal fue rebasado por el desempleo, donde en este se puede ganar hasta más sin la responsabilidad que requiere una actividad que otorga prestaciones y salario tabulado”, comentó.
Citó las limitantes que se tienen en las ventas en los restaurantes, que es un máximo del 75 por ciento y que esto impide aprovechar un buen día de venta, como es el próximo Día de las Madres.
“Sucederá que, ante esta desventaja de no poder tener comensales al cien por ciento en el local, seguirá dominando el servicio “para llevar” la que será la mejor oferta para los negocios, y por lo tanto, se preparan para atender esta modalidad”, comentó.
García de Anzaldúa, dijo que, en relación a los cierres de algunos tres restaurantes, ninguno fue por quiebra sino por estrategia de poder enfrentar ese receso y poder retornar después, como ya algunos lo han hecho.