Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- En caída abismal aparece situada la economía de la clase trabajadora al enfrentar apenas en el inicio de año una nueva escalada de precios en productos básicos bajo el principal justificante que es la pandemia y otro tanto la especulación.
Los aumentos a los artículos básicos podrían propiciar un ajuste en los precios en la industria restaurantera, lo que sería inapropiado si se considera que la economía en general es crítica, expuso Ismael Pimentel, propietario de un negocio de venta de alimentos.
Expuso que en tanto se mece amenazante la aplicación de la Fase 1 y que pondría en crítica situación la operación de negocios de venta de comida, la espiral inflacionaria ya trastoca la economía de quienes se dedican al manejo de productos terminados.
“La situación es asfixiante, cada aumento de estos productos, tiene también como justificante principal de productores, el alza a la gasolina, el flete por el traslado, la energía eléctrica al ser productos refrigerados, etcétera”, comentó.
Roberto de la Cruz, gerente de restaurante, advirtió que será de sumo riesgo enfrentar de nuevo cuenta una Fase 1, toda vez que muchos negocios apenas aplicaron un aumento en los precios del menú al contraerse el cliente y reducir las ventas al comensal como consecuencia inmediata.
Hizo saber que productos básicos para su negocio de restaurante como es el aguacate, dijo, tiene un costo la rejilla en algunos centros comerciales de entre 600 y 700 pesos, esto es que cuesta aproximadamente 52 pesos más.
“Peor aún al cierre del año que costaba hasta mil pesos la rejilla de aguacate 44.90, mientras que el tomate apenas subió 10 pesos el kilogramo, para así establecerse en los supermercados en una variante el kilogramo”, dijo.