LUPITA TORRES / LA RED DE ALTAMIRA
ZONA CONURBADA.- La comunidad universitaria de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales rindió un homenaje póstumo al Doctor en Derecho, Marco Antonio Cortina Saint André quien en los últimos meses y hasta su fallecimiento ocurrido este fin de semana, se desempeñó como director de esta prestigiosa escuela, una de las dio origen a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
El domingo se dio a conocer su deceso y a primera hora de este lunes muchos de sus colegas, amigos, familia y el rector de la UAT, estuvieron presentes en la FADyCS que fue su casa durante muchos años y en donde dejó un gran legado académico, para darle el último adiós al reconocido catedrático.
Cortina Saint André licenciado en Derecho por la UAT, maestro en docencia en educación superior, maestro con énfasis en derecho civil, doctor en educación superior, doctor en derecho y maestro de tiempo completo de la UAT desde 1981, y desempeño múltiples cargos, siendo el último como Director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
“Hoy es un día muy triste para toda la Universidad Autónoma de Tamaulipas, el maestro Cortina, siempre echado para adelante, que vivía, desayunaba y comía UAT, como le decíamos…lo vamos a extrañar…pero a la vez deja un legado dentro de la facultad unida, trabajando y echada para adelante, con resultados”, señaló uno de los académicos.
En este homenaje póstumo estuvo presente el rector de la máxima casa de estudios, C.P. Guillermo Mendoza Cavazos, Alberto Alvarado Rivera, Secretario Académico de esta facultad, encargado de despacho; a la señora María Castillo de Cortina, esposa, sus hijas e hijo, directores de las diferentes facultades, coordinadores, maestros y alumnos de esa facultad.
Alberto Alvarado, Secretario Académico expresó: “Tuvimos la fortuna de compartir tantos momentos de nuestra juventud, ilusiones proyectos, bromas de aquellos jóvenes que anhelábamos un sueño, el doctor cortina fue un gran amigo, personaje que nunca se quejó de nada y aceptaba las cosas, su sencillez lo llevó a grandes cumbres y hoy tiene unas alas muy grandes para volar”.
La primera guardia de honor estuvo a cargo del rector de la UAT, el secretario académico, su esposa e hijos.