ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
TECNOLOGÍA.- Desde Cabo Cañaveral, Florida, a las 18:51 horas locales, se lanzó el cazaplanetas Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS). El artefacto de 337 millones de dólares de la NASA salió al espacio sobre el cohete SpaceX Falcon 9. Con el TESS se escanearán signos de planetas como la Tierra, que pudieran albergar vida más allá de nuestro sistema solar.
El satélite, del tamaño de una lavadora, está diseñado para buscar signos de atenuación periódica de la luz en las estrellas más cercanas y más brillantes. Estas señales, conocidas como “tránsitos”, pueden significar que hay planetas en órbita alrededor de ellas.
Se espera que el TESS revele unos 20 mil exoplanetas, entre los que podría haber unos 50 planetas del tamaño de la Tierra y hasta 500 planetas de menos del doble del tamaño de la Tierra. El satélite se centrará en los exoplanetas más cercanos, que se encuentran en un rango de 30 a 300 años luz.
Sus descubrimientos serán estudiados por telescopios terrestres y espaciales en busca de signos de habitabilidad, como terrenos rocosos, tamaños similares al de la Tierra y una distancia del Sol que permita una temperatura compatible con el agua líquida.
El TESS tiene cuatro cámaras pequeñas de 10 centímetros. A pesar de su tamaño, son potentes. “ Una constelación entera, como Orión, podría caber en el campo visual de una de estas cámaras”, explicó Natalia Guerrero, investigadora del programa TESS en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), a NASA TV. Si bien TESS y su predecesor, el satélite Kepler lanzado en 2009, usan el mismo sistema de detección de tránsitos de planetas o de sombras proyectadas por estos cuando pasan por delante de una estrella, TESS vigilará más terreno cósmico.
El primer despegue de TESS fue cancelado el lunes para verificar los sistemas de navegación del cohete Falcon 9. Hasta el miércoles pudo lanzarse con éxito al espacio.
Se espera que el telescopio espacial Hubble y el telescopio espacial James Webb, previstos para ser lanzados en 2020, revelen más información sobre la masa de los planetas, su densidad y la composición de su atmósfera, elementos clave para determinar su habitabilidad.