POR ISAAC MOLINA ZAPATA
A menos de 17 días de que termine la campaña electoral, continúan creciendo las dudas entre los ciudadanos tamaulipecos, sobre los hechos y acciones denunciados por el PAN, PRI y PRD en contra de militantes morenistas; uno de los principales son los nexos de Américo Villarreal, Erasmo González y otros miembros de ese partido con la banda de huachicoleros encabezada por los hermanos Carmona.
Américo Villarreal no ha explicado a los tamaulipecos sus presuntos vínculos con el grupo de huachicoleros comandado por el extinto Sergio Carmona, y tampoco ha dicho nada sobre los depósitos millonarios que su hijo recibió por parte de los mismos personajes.
Pero lo más lamentable es que ese posible vínculo de Américo con los huachicoleros hermanos Carmona siga impune, y que la Fiscalía General de la República no haya realizado ninguna acción para aclararlo.
Es triste que exista ese tipo de candidatos presuntamente relacionados con la delincuencia, y que la autoridad electoral tampoco mueva un dedo para retirarle la candidatura.
Se dice que el candidato de Morena ha construido su campaña a base de presiones y amenazas, por eso la ex alcaldesa Maki Ortiz tuvo que comerse su coraje, y aceptar, hacer y decir todo lo que le dictaron desde la Ciudad de México.
Al ser una dama que fue deleznablemente ofendida y humillada ¡¡en público!! Por Américo Villarreal, y conociendo el carácter de la ex alcaldesa, muchos pensaron que no tomaría partido y se retiraría a su casa a ver los toros desde la barrera (es decir que no participaría en la campaña a favor de ningún candidato). Sin embargo debió haber existido una seria amenaza o presión de por medio, para que doña Maki se comiera su coraje y se doblegara ante el poder central.
Ortiz Domínguez dijo: “Hay que cambiar el miedo por esperanza”, pero tal vez lo que Maki hizo fue cambiar el miedo por sus dos votos, pues es posible que haya sentido fuerte presión por parte del gobierno federal para levantarle la mano a Américo Villarreal, y precisamente a ESE MIEDO se refiere.
Con esa actitud, Maki Ortiz no sólo ha defraudado a los simpatizantes que le siguen sino a todas las mujeres tamaulipecas, pues entonces el mensaje de ella a las mujeres es: seguir estando bajo el yugo de los hombres, aun cuando las ofenden, las humillan y las agreden verbalmente.
Como siempre la mejor opinión es la de usted, amable lector. Hasta la próxima.