Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- En tanto la limpieza e higiene de los negocios con venta de comida, pasó a sumarse en primer término a la atención al cliente como acciones básica para sostener la reapertura autorizada por autoridades sanitarias ante la contingencia sanitaria, la industria restaurantera se sostiene en “morir en la raya”.
“Todos estamos en el cumplimiento de los requisitos, no queremos cerrar y aguatamos porque serían muchos los efectos, como es la pérdida del empleo, gastos de indemnizaciones y la pérdida de patrimonio”, afirmó Ana Laura García Anzaldúa.
La propietaria de un negocio con venta de comida y socia de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), dijo que han sido cuatro meses de resistirse al cierre con mucho sacrificio y sólo dos negocios han cerrado por debacle económica.
Negocios de renombre en venta de alimentos como el restaurante Fundadores y Roberto’s, dejaron de operar en acato a las medidas de emergencia, pero luego ya no abrieron cuando se dieron a conocer las medidas restrictivas.
Actualmente los restaurantes operan bajo estricta vigilancia en el cumplimiento de cada una de las medidas de salud e higiene, tanto de sus empleados como de comensales, aun cuando les representa un costo adicional.
Entre las medidas destaca el operar al 25 por ciento de su capacidad quienes brindan servicio al cliente dentro del local, lo que representa una condición de mucho sacrificio por significar ventas raquíticas, dijo García Anzaldúa
Todo restaurante está obligado a la sanitización de cada uno de sus empleados al igual que de los comensales, al implementar el uso de un tapete desinfectante en la entrada, uso de gel y la toma de temperatura.