Vino AMLO, se tomó “selfies” y se marchó

Entre empujones y gritos, ciudadanos lanzaron peticiones y los reporteros hicieron preguntas que no respondió

Como se ha vuelto costumbre, cada que llega a la zona sur de Tamaulipas, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó en vuelo comercial pero salió por la puerta de atrás y tras ser alcanzado y cuestionado sobre la condena de 9 años para el exgobernador tamaulipeco Tomás Yarrington Ruvalcaba, respondió “es un gusto estar en Tampico”.

Pilar Dantes / LA RED DE ALTAMIRA

ZONA CONURBADA.- Como se ha vuelto costumbre, cada que llega a la zona sur de Tamaulipas, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó en vuelo comercial pero salió por la puerta de atrás y tras ser alcanzado y cuestionado sobre la condena de 9 años para el exgobernador tamaulipeco Tomás Yarrington Ruvalcaba, respondió “es un gusto estar en Tampico”.

Su llegada, programada originalmente para las 10:30 am se retrasó y llegó al mediodía, previo a su arribo, varios convoyes de la Guardia Estatal, Semar y Sedena realizaron patrullajes por las inmediaciones del aeropuerto internacional Francisco Javier Mina.

Ahí también lo esperaban algunos grupos de ciudadanos con quejas contra la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, la Comapa, por lo que consideran cobros exorbitantes, quienes finalmente fueron canalizados al gobernador Américo Villarreal por el mismo AMLO.

Otras personas con uniformes y diferentes logotipos, entre los que sobresalían los de Petróleos Mexicanos, también hicieron plantón con la esperanza de ser escuchados por el Ejecutivo nacional, sin mucho éxito.

Pues en pleno mediodía, tras bajar del avión, el presidente de la República salió por una puerta trasera, abordó una camioneta suburbana y seguido por otras dos o tres, salió para ser abordado por los ciudadanos y los medios de comunicación.

Por lo que respecta a los manifestantes, tomó algunas carpetas con papeles y las entregó a sus acompañantes, pero finalmente delegó responsabilidades al sugerirles que fueran con el gobernador.

Entre empujones y gritos, ciudadanos y reporteros lanzaron peticiones y preguntas que no respondió.

El cuestionamiento más reiterado para AMLO fue sobre la condena para Yarrington, pero hizo mutis y como la vez anterior, ante preguntas incómodas, resaltó el placer que le brinda pisar tierras tampiqueñas y partió hacia la refinería Madero donde el resultado fue un poco más accidentado pues dos reporteros cayeron y fueron pisoteados por algunas otras personas mientras intentaban obtener algunas palabras del mandatario, con resultado más que negativo.

El convoy de suburbanos que transportaba al presidente ingresó a refinería donde AMLO y Rocío Nahle, secretaria de Energía, recorrieron las instalaciones y aprovecharon para tomarse algunas selfie con los trabajadores que se lo solicitaron, pero que no hicieron preguntas incómodas para los funcionarios.