Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- La falta de orden continúa siendo un serio problema para alcanzar los niveles de una ciudad de primera línea, acorde a ser la primera aduana de Latinoamérica, al imperar una serie de fallas que desestiman avances y contribuyen con retroceso.
Peatones en general, empleados de dependencias de Gobierno del Estado y Municipal, por la avenida Narciso Mendoza y Arteaga cotidianamente tienen que sortear el estrecho tamaño de las banquetas, pero ahora además la colocación de carpas de vendedores.
Justamente entre las calles Arteaga e Independencia, por la Narciso Mendoza, desafiantemente un vendedor de tacos extendió sus límites hacia la banqueta, al colocar una sombra y un asador, siendo estorbo para el libre paso peatonal.
“Esto es inadmisible, pues en tanto se hace el esfuerzo por ubicarnos como una ciudad de primer nivel, como ciudadanos hacemos todo lo contrario y todavía peor que sería con la complicidad de autoridades de Comercio Informal del Municipio”, dijo Esteban Sáenz, empleado de una agencia aduanal cercana.
Rechazó la posibilidad de que los inspectores de Comercio Informal no se hayan dado cuenta de la colocación de la sombra y un asador afuera del local de la taquería, y más bien sería con la autorización disimulada de la dependencia de Gobierno Municipal.
Para realizar el paso por ahí, el peatón tiene la opción de continuar por la banqueta en el riesgo de quemarse con la ceniza del anafre o bien caminar por debajo de la banqueta, cuyo arroyo también es sumamente angosto.
“Te vas por debajo de la banqueta y corres el peligro de que te atropellen, pues igualmente se estacionan vehículos en ambos lados, siendo que de lado poniente está prohibido”, abundó Rogelio Núñez.