Los cinturones de seguridad de los automóviles han servido para disminuir hasta en la mitad el riesgo de lesiones mortales de los ocupantes de los asientos delanteros de los vehículos, y su uso obligatorio cumple medio siglo, un acontecimiento que conmemoran varias agencias de Naciones Unidas.
En 1973, Francia se convirtió en el primer país del mundo en legislar sobre estos dispositivos de seguridad, diseñados para impedir que los pasajeros de un vehículo salgan despedidos en caso de accidente.
Su uso obligatorio llegó tan sólo un año después a España, en 1974, y a lo largo de las siguientes décadas lo implantaron otros países europeos y norteamericanos. Sin embargo, actualmente solo 105 países cuentan con normas específicas sobre estos dispositivos.