Aflora la verdadera intención de MORENA, ganar el poder, cueste lo que cueste sin importarle el engaño que le han hecho a sus verdaderos militantes
Con rumbo a las elecciones del 5 de junio del 2022, el partido Movimiento de Regeneración Nacional, conocido como MORENA, le apuesta al voto que le genere el Partido Revolucionario Institucional, pero no el voto actual, sino el que pertenece al de los exgobernadores de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba y el de Eugenio Hernández Flores, ambos exmandatarios caídos en desgracia al estar encarcelados por sus excesos de corrupción, el primero en Estados Unidos y el segundo en México, nuestro país.
ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
TAMAULIPAS.- Con rumbo a las elecciones del 5 de junio del 2022, el partido Movimiento de Regeneración Nacional, conocido como MORENA, le apuesta al voto que le genere el Partido Revolucionario Institucional, pero no el voto actual, sino el que pertenece al de los exgobernadores de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba y el de Eugenio Hernández Flores, ambos exmandatarios caídos en desgracia al estar encarcelados por sus excesos de corrupción, el primero en Estados Unidos y el segundo en México, nuestro país.
Los movimientos políticos que se han generado en los últimos meses, sólo refleja que la “línea” fue tirada a los “Huérfanos de Tomás” y de Eugenio, para que apoyen a MORENA y volver a recuperar el poder que en un momento tuvo Yarrington Ruvalcaba y se lo pasó a Eugenio Hernández, para que después fuera el exgobernador Egidio Torre Cantú, quien en venganza por la muerte de su hermano Rodolfo Torre Cantú, rompe la cadena de poder y así se dio la transición política en Tamaulipas.
El poder político que acumuló Tomás Yarrington fue tanto que logró condicionar a los candidatos del PRI para que a los de Tamaulipas fuera él quien los designara, provocando con eso un rompimiento con la alta cúpula del PRI, por no permitir que desde allá fueran elegidos quienes gobernarán Tamaulipas.
En el caso de Eugenio Hernández Flores, era del conocimiento público de los lazos políticos que íntimamente lo unían con Tomás Yarrington.
Por eso, la confianza fraternal de Yarrington al designar a Eugenio Hernández Flores, hombre de toda su confianza, que el mismo lo nombró, aún y cuando hubiera resistencia en el centro del tricolor en la cúpula del poder.
La transición política en Tamaulipas, al llegar un partido diferente al que por décadas tenia gobernado el PRI, rompe con la red de poder que Yarrington tejió para fortalecer su fuerza política con miras a su aspiración máxima, ser el presidente de la república.
La alternancia generó que los operadores políticos y militancia tricolor, identificada con Yarrington y Geño, fueran desplazados del servicio público, al grado de convertirse en los “Huérfanos de Tomás”.
Esa fuerza política que tenía Yarrington es la que busca MORENA, porque al partido guinda lo que menos les interesa es la militancia morenista, que en Tamaulipas no tiene ninguna presencia como para lograr ganar una gubernatura o cualquier puesto de elección popular, y si ganaron en esta última elección, fue con la ayuda de los “Huérfanos de Tomás”.
Los operadores de MORENA lo saben, y por esa causa, se apoyan con priistas identificados plenamente con Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, sin olvidar que el verdadero poder lo tenía Yarrington Ruvalcaba.
Después de la desbandada de tomasistas, ninguno quedó en función dentro de la actual administración que encabeza el gobernador del PAN, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Son estos los que ahora MORENA intenta recuperar para poder llegar fortalecido a las elecciones del 5 de junio del 2022, en donde se va a disputar la gubernatura de Tamaulipas.
Los primeros tomasistas que salieron para identificarse con MORENA, fue en Nuevo Laredo, con Ramón Garza Barrios, íntimo amigo de Yarrington al que se le unió Carlos Canturosas, quien siendo panista, se convirtió en aliado de Tomás y de Eugenio durante su gestión como presidente municipal de Nuevo Laredo, actualmente fugitivo escondido en Estados Unidos.
Siguiendo la línea de Garza Barrios, se le une en Altamira Armando Martínez Manríquez, también incondicional de Tomás y Eugenio, y a la vez de Ramón Garza Barrios, quien con su “constructora”, después de ser diputado por el PRI 2 veces en los sexenios de Yarrington y Hernández Flores, logró mantenerse, aún y cuando se había ido al PRD en busca de la alcaldía, pero fracasó y fue hasta ahora en estas elecciones pasadas, que utilizando la bandera de MORENA, logra ganar la alcaldía, obviamente con la ayuda de los “Huérfanos de Tomás” que en una aparente “traición” derrotan al candidato del PAN Ciro Hernández Arteaga, por eso ahora los de MORENA se sientes desplazados porque las posiciones las están ocupando los mismos priistas.
Para dar más credibilidad a la derrota y aparentar que no fue traición, sacrificaron a sus dos candidatos a diputados locales, por el Distrito 18 Alma Laura Amparan y por el distrito 19 a Elizabeth Humphrey, las primera esposa de Juvenal Hernández Llanos y la segunda de Javier Gil Ortiz, primo del entonces gobernador Eugenio Hernández Flores, que se confirma el parentesco porque lo hizo presidente municipal de Altamira y después diputado federal.
Otros personajes perteneciente a los “Huérfanos de Tomás” también se incrustaron en la filas de MORENA y lograron puestos de elección popular, como Erasmo González, Eduardo Hernández Chavarría y Olga Sosa, entre otros muchos más.
La señal definitiva de que MORENA va por el voto de los “Huérfanos de Tomás”, es la aparición en el ambiente político de Manuel Muñoz Cano como dirigente del Partido Verde Ecologista y también la aparición de Arturo Diez Gutiérrez por el Movimiento Ciudadano.
A estas apariciones se les puede incluir la de Oscar Luebbert Gutiérrez por Reynosa, a Ricardo Gamundi Rosas, quien con cirugía plástica cambia su fisonomía para entrar de lleno para operar con MORENA por la gubernatura de Tamaulipas.
Otros personajes son el actual alcalde de Victoria, quien entró a la jugada política hace años en áreas administrativas del Congreso de Tamaulipas apadrinado por el priista Enrique CARDENAS DEL Avellano, el mismo que lo apoyó para que por medio de MORENA ganara la presidencia municipal de la capital de Tamaulipas, Ciudad Victoria.
La definición de que los “Huérfanos de Tomás” están siendo adoptados por MORENA, unos abiertamente otros agazapados, fue cuando se conoció el operador político del morenista que busca ser gobernador por Tamaulipas, Rodolfo González Valderrama, y se trata de Javier Villarreal Terán, incondicional de Tomás Yarrington y de Eugenio Hernández Flores.
Toda esta aparición de los “Huérfanos de Tomás”, aun y cuando no están presentes los exgobernadores de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, se presume con la aparición de Manuel Muñoz Cano, sea su tío Fernando Alejandro Cano Martínez, quien ocultó en algún lugar sea el Operador Político de los candidatos de MORENA, actualmente fugitivo de la justicia de Tamaulipas.
Por esta razón, los dirigentes de MORENA como un Mario Delgado y un Ricardo Monreal, desplazan a los verdaderos morenistas, porque les conviene más un voto de corrupción con estos grupos de viejos priistas, los mismos que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, tanto critica y señala en su programa de televisión “La Mañanera”.
Ahora, sin importarles las críticas, guardan la bandera de honestidad con la que han navegado en sus primeros tres años de gobierno y que al final aflora la verdadera intención de MORENA, ganar el poder, cueste lo que cueste, a pesar de que está en juego su credibilidad, honestidad y el engaño que le han hecho a sus verdaderos militantes.