Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- La importación definitiva de vehículos usados nació como un imposible, pues fue abatida desde su inicio por autoridades de lado mexicano con la aparente complicidad de cámaras de comercio, líderes y congresistas de los Estados Unidos, en un claro reflejo del solapamiento del incumplimiento del primer Tratado del Libre Comercio.
Algunos importadores de vehículos usados entrevistados, hicieron saber, sin embargo, que la caída en este rubro de vehículos del comercio internacional actualmente alcanza hasta un 90 por ciento, una cifra que ha ido acumulando desde hace seis años, siendo el más afectado el paisano.
José Daniel Salas Fuentes, tramitador de una comercializadora, dijo que actualmente la Aduana mantiene una sorda restricción que parte desde la limitación de horarios para las importaciones hasta una serie de requisitos caprichosos difíciles de cumplir para alcanzar la desaduanización.
“Es así que tenemos que de más de cuatro mil unidades que se exportaban por semana por la Aduana de Nuevo Laredo, hoy apenas sumarán menos de cien. La caída ha sido en serio y por supuesto que dejó ya de ser negocio”, reprochó.
Indicó que es innegable el apoyo del Gobierno Federal a las ensambladoras mexicanas, particularmente a la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), ha sido del todo monopólico si se considera que no es extensivo el beneficio y si dejó sin empleo a más de cinco mil personas en Nuevo Laredo.
Por su parte, Luis González, propietario de una exportadora de vehículos en Laredo, Texas criticó la complicidad de congresistas, líderes y comerciantes quienes han contribuido con su pasividad al tropiezo de que México cumpla aquél tratado hoy denominado T-MEC.