Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- El abatir el negocio de las “pulgas”, como medida central de la emergencia sanitaria, es para el Gobierno Municipal una de acciones más complicadas por estar relacionadas con la economía endeble de las familias.
“Son personas que tienen que sobrevivir y este tipo de comercio les ha dado la oportunidad que ineludiblemente debe ser en el orden. Sin embargo, también hay consciencia que representa un sensible riesgo de contagio y por ello es inminente reducir esta actividad”, declaró Ana Laura García de Anzaldúa.
La presidenta de la Comisión de Comercio Informal, señaló que a casi seis meses de la adopción de medidas de emergencia sanitaria, el Gobierno Municipal alcanzó al retiro de entre el 70 y el 80 por ciento del comercio informal.
“Ha sido una lucha muy difícil, pues todavía existen puntos críticos como el comercio informal frente a Chedraui por la Perú y los establecido en la J. Longoria, saben del riesgo, pero será mucha la necesidad”, expresó.
Lejos de manejarlo como un logro el retiro de casi el 80 por ciento de los vendedores ambulantes, dijo que a la fecha se tienen registrados más de 750 comerciantes de este tipo “pero la cifra es mucho más alta”.
Señaló también que una de las medidas que les permitió efectividad del retiro de las “pulgas”, fue que un gran número optaron por las llamadas ventas en línea, esto es a través de Internet.
Las ventas en casa, fue citada por García Anzaldúa como otra de las alternativa de los comerciantes ambulantes que los obligó a reducir esta actividad de manera sensible y sin que esto represente un logro total.