PILAR DANTÉS / LA RED DE ALTAMIRA
TAMPICO.- A través del Sistema DIF, el municipio tomará cartas en el asunto ante la presencia de al menos una decena de personas en condición de calle, aparentemente afectadas de sus facultades mentales, con el propósito de prevenir algún ataque en agravio de la población en general; muchos de estos enfermos vienen de otros estados y son abandonados aquí por sus familiares.
Al respecto, el Procurador de la Defensa del Menor, la Mujer, la Familia y Asuntos Jurídicos del DIF Tampico, Luis Llorente Herrera, dio a conocer que se trata de individuos que son reportados al voluntariado pero por diversos motivos, no han sido llevados a un refugio o a un hospital para su atención; cabe destacar que en ocasiones no hay la capacidad para recibirlos.
Sucios, descalzos, con ropa ligera y rasgada, la mirada extraviada o hablando con ellos mismos, es común ver a estos sujetos deambulando por lugares públicos como el Centro Histórico, mercados y las diferentes plazas, mismos que a través de un trabajo multidisciplinario, podrían ser atendidos con alimentos y medicinas.
Sin embargo, este apoyo sería a través de la oficina de Derechos Humanos, la Fiscalía General de Justicia del Estado, empresarios y autoridades en general, para rescatar de la vía pública tanto hombres y mujeres en situación de abandono y además, enfermos.
“Definitivamente este es un problema de salud mental, de salud pública, diría yo, en el que sí tendríamos que poner énfasis todos los involucrados en la protección social, más lo que estamos directamente involucrados con las familias o con este tipo de personas que estamos en contacto o como primer respondiente para poder atenderlos, entonces sí requerimos mucho del apoyo de que se creen nuevos hospitales y sobre todo albergues para darles un seguimiento y tratamiento eficaz”, dijo Llorente.
El funcionario añadió que algunas de estas personas provienen de San Luis Potosí, Veracruz e Hidalgo, por lo que es necesario coordinar esfuerzos con aquellas entidades para localizar a sus familiares y que se hagan responsables de su cuidado.
Cabe destacar que hasta el momento no hay un reporte grave de que dichos sujetos sean agresivos o hayan atentado físicamente contra un transeúnte. Solo gritan y en ocasiones avientan piedras al aire pero nunca llegan a enfrentar o atacar directamente a quienes se cruzan en su camino.