Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
TAMAULIPAS.- Los índices inflacionarios y la restricción en créditos, son dos efectos combinados que mantienen en la lona toda posibilidad de mejoría entre los empresarios, debido a la severidad hasta la nulidad de otorgar préstamos.
Jesús Martínez, experto en economía, expuso que, para el sector empresarial, la banca es una mera simulación, pues cuando debiera de extender sus apoyos a las pequeñas y medianas empresas para evitar su colapso y solventar la crisis, aparecen bajo un veto.
“Esto sin duda es un claro reflejo de desconfianza al gobierno, pues un cheque de cinco mil dólares no lo puede cambiar tan fácilmente el empresario en un banco. Te lo juntan, porque no tienen dinero y te lo cambian de lo que va cayendo en las cajas”, comentó.
“Te lo cambian el cheque, sí, pero a pesos, pues todos los dólares los guardan los bancos, como efecto de esa falta de economía en nuestra economía y si llegan a prestar esto es en un tres a uno”, asentó.
“Por desconfianza de la banca en la política económica, no hay acceso a los créditos bancarios. Están totalmente restringidos y es evidente que sólo le prestan al pudiente, al que tiene, como son los gobiernos, quienes al momento de recibir sus presupuestos y estímulos periódicamente, son garantía de pago”, enfatizó.
El empresario, asintió en que esta restricción crediticia ya se había observado hace algunos años, sin embargo, este año se ha acentuado más, hasta causar trastornos en el avance del desarrollo de la economía.
Asintió en que tienen razón ciertos grupos de empresarios, al considerar que hay que cuidar las empresas para conservar a su vez el empleo “y esto sólo se puede lograr mediante incentivos mayores a los que el Estado y Federación han estado practicando por separado”.
“Se han tenido despidos masivos -agregó- y la verdad es que no hay recursos para las pequeñas y medianas empresas, peor aún que no hay créditos bancarios”, deploró el economista.