- Dueños de autos “chocolate” pagarían enlistado para ser embargados
- Craso error pensar que detenido “El Chapo” bajaría el tráfico de droga
- Regidora, Carmenlilia Canturosas, sofocada en toda aspiración política
Por Javier Claudio
Clarificando. – La captura de “El Chapo” Guzmán deja al descubierto que no era absoluto en el envío de drogas a los Estados Unidos, según hace saber James Walsh, Subsecretario de Estado interino contra el narcotráfico internacional, pero también exhibe que “le fueron cargados milagritos de más”, como ya es común en nuestro país, cuando algún capo cae. Sorprende la aparente inocencia de la Casa Blanca, al pasar por alto que el negocio de las drogas jamás para y siempre tiene cabezas a la mano.
Claro que sí. – “Lo que estoy oyendo es que los cambios no son sustanciales porque el consumo y la demanda aún están allí”, asegura de manera muy clara Walsh, pues la demanda de narcóticos está en alza tanto porque cárteles rivales habrían asumido la participación de mercado que ocupaba el Chapo, como por una crisis creada “por la prescripción de demasiadas pastillas, así que tenemos demasiados adictos buscando cualquier cosa para drogarse”.
Clarín. – Es resonancia aún la propuesta de narco-amnistía del dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien sólo acierta a decir que las críticas y rechazos son envíos del Gobierno Federal. Qué padre de familia o familiar alguno podrá asimilar, el que el criminal de su hijo se solace en el refugio del perdón y el confort del espacio entre la sociedad. Toda una perversión, sin duda, luego que hace casi cuatro décadas, primero se coló el delincuente en la sociedad y ahora se lo ofrecerían.
Claroscuro. – Lo dicho, sólo en Nuevo Laredo suele pasar lo más incongruente, como es que teniendo la Aduana más importante de Latinoamérica, contemos con el servicio más deficiente de transporte público, en el que se incluyen camiones urbanos y el servicio de taxis, cuyo número rebasa los mil operadores y de los cuales hasta en más de 50 han sido detectados como adictos a algún tipo de droga durante los eventuales exámenes practicados por la Delegación del Autotransporte Público del Estado.
Aclarando. – Entre el padecer de barbaridades, Nuevo Laredo tiene la flotilla más arcaica en el servicio de taxis al público usuario y sin embargo la totalidad de las unidades insólitamente son autorizadas para su circulación por la Delegación del Autotransporte Público. Peor aún que, habiendo tenido un ofrecimiento de hecho por parte de la Iniciativa Privada para aportar una primera remesa de más de 60 Ecotaxis último modelo –entonces–, fueron rechazados ¡¡por no existir concesiones!!
Claro que no. – Otra barbarie o incongruencia es que mientras el Gobierno del Estado copia de Onappafa un servicio fantasmal como será integrar un control de registro de vehículos “chocolate” ante la Oficina Fiscal del Estado –y que a decir verdad sólo servirá para quienes sean dañados en sus propiedad–, la SHCP advierte que dichas unidades no estarían exentas al decomiso. Esto es, quienes tengan autos americanos pagarán mil 800 pesos por dar sus datos y ser localizados para embargo.
Claridades. – Bien por la modalidad puesta en vigor por el gobierno de Enrique Rivas Cuéllar al ir de la mano con acciones innovadoras, luego que ahí comenzó a aparecer Rubén Gerardo Ramos García, Secretario de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente al destrabar una serie de beneficios federales, como es el Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (PACMA), fortalecido mediante incentivos de Pemex y crear servicios y pavimentación en colonias irregulares.
Sabía usted que. –Carmenlilia Canturosas Villarreal, aparece como una de las regidoras más inconformes en el PAN, pues luego de trascender sus pretensiones de perfilarse por algún cargo elección popular, toda acción se le ha visto sofocada por ser hermana del ex alcalde, ahora empujado al destierro y con todos los santos de espaldas. Y la sentencia es dura; Si en su momento asimiló los beneficios de la influencia del hermano en el poder, ahora deberá enfrentar los efectos de tener un hermano incómodo.