Por Javier Claudio
Claridades. – Suman más de tres lustros de intensa violencia y es innegable que Tamaulipas sufra la pérdida de eslabones de vida, principalmente de esas personas que fueron víctimas de la inseguridad de manera directa o indirecta y cuyas edades principalmente oscilan entre los 15 y los 25 años de edad. Queda claro que el Estado perdió un segmento de vida en esas edades promedio, ya sea por haber participado o sido víctima inocente en alguna refriega entre autoridades y delincuentes.
Claro que sí. – Como efecto de los altos índices de violencia, el Sistema DIF Nacional registra 30 mil menores en orfandad en tanto el Estatal identificó más de dos mil niños, la mayoría hoy al cuidado de abuelas o algún familiar, lo que propició enfilar por acciones de apoyo como es la conformación de un fideicomiso para ayudarlos en su desarrollo educativo y económico a través del programa “Nuestros niños, nuestro futuro”. Tamaulipas ya ve con atención y preocupación esa violenta acotación a la vida.
Clarín. – Por lo que refiere a nivel local, ya se observan los efectos consecutivos de pérdida de ese eslabón de vida en edades jóvenes y esto lo enfrenta el Sindicato de Trabajadores de la Industria Maquiladora de Nuevo Laredo, pues son la mano de obra que tienen por déficit las empresas maquiladoras –aunque lo maquillen– y cuyo número trastoca la productividad de hace casi tres años. Y no es que no haya gente que no quiera trabajar, sino que no la hay en la edad solicitada.
Clarificando. – De acuerdo al estudio del Sistema DIF en Tamaulipas, las ciudades con mayor problema de orfandad de niños son las ciudades de Reynosa, Ciudad Victoria y San Fernando, donde las descargas de violencia iniciaron después que en Nuevo Laredo y no obstante se observa que los efectos son mayores allá. Si los efectos de inseguridad se presentaron aquí primero, deben existir cifras más altas de menores huérfanos que en otras ciudades. El grueso de vacantes, avalaría la apreciación.
Aclarando. – Una buena y otra mala para Ramón Garza Barrios; la primera refiere que debe respirar alivio con la salida de Heriberto Cantú Deándar como subdelegado regional de Bienestar y la otra es que la dimisión de este no rompe la estrecha amistad que tiene la familia con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero no eludamos que el ex alcalde referiría en su característico optimismo que de algo le valdrá su estrecha amistad con el Senador por Morena, Ricardo Monreal.
Claro que no. – Daniel Peña Treviño y Jesús Alejandro Valdez Zermeño no pierden oportunidad alguna para hacer el llamado de unidad y la convicción del PRI hacia el interior, dos conceptos evidentemente extraviados en los procesos anteriores, que al menos hoy aparecen en la certeza de ser rescatados para poner en pie al tricolor y encarar una contienda digna. La ventaja para alcanzar esto, es que los artífices de estos errores, en su mayoría ya no están y buscan aprontarse o ya están en otros partidos.
Sabía usted que. – Ayer por la tarde el Sindicato de Taxistas que dirige el priista Joaquín Treviño Reyes le organizó una comida-fandango al diputado federal panista Salvador Rosas Quintanilla. El evento que inició a las tres de la tarde y registró buena concurrencia, distinguió por la presencia de dos que tres personalidades de la nueva política camuflajeada, donde no se evadió el tema de las candidaturas, se rindió pleitesía al panismo y se mantuvo en el veto hablar del tricolor.