ELEVADAS RENTAS PULVERIZAN SU UTILIDAD
Sin embargo, la situación no es atribuible a la pandemia pues desde antes de la emergencia sanitaria, los alquileres ya habían disparado, señaló el director de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño, la CANACOPE en Tampico, Jesús Carballo Martínez.
LUPITA TORRES / LA RED DE ALTAMIRA
TAMPICO.- Las muy elevadas rentas en el primer cuadro de la ciudad, aunado a la carga tributaria y las bajas ventas han ahuyentado a los comerciantes que negados a cerrar, buscan alternativas como abrir su negocio en el segundo cuadro de la ciudad, en Madero o en su propia casa en busca de más utilidades.
Sin embargo, la situación no es atribuible a la pandemia pues desde antes de la emergencia sanitaria, los alquileres ya habían disparado, señaló el director de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño, la CANACOPE en Tampico, Jesús Carballo Martínez.
“Desde antes que empezara la pandemia si tú te ibas al primer cuadro, ya veías tú que varios negocios estaban cerrados pero no eran tantos como ahora porque si, la inflación ha subido, pero las rentas siguen carísimas”.
Indicó que de acuerdo con socios que han dejado el centro, el alquiler va de 18 hasta 25 mil pesos y esto aunado a la carga tributaria, pago de servicios y demás obligaciones, pulveriza sus ganancias.
“Aquí en CANACOPE tenemos 18 socios que han optado por cerrar sus locales en el primer cuadro, no han cerrado sus negocios pero sí han optado por salirse… Algunos se han ido al segundo cuadro o han buscado otras alternativas en otros lados”.
Explicó que ahora invierten 5 mil en alquiler en otros rumbos, con el beneficio de que por estar ya acreditados, algunos de sus clientes los siguen, pero la pérdida de compradores la recuperan al ahorrar en renta hasta 15 mil pesos por mes.
“La gente busca alternativas, la gente no se cierra a que porque ya cerré aquí ya me retiro… El ahorro de hasta 15 mil pesos es una utilidad que les queda a ellos… De 15 socios, unos se fueron al segundo cuadro de la ciudad, otros se fueron a Madero y 3 se fueron a sus casas, donde retomaron su actividad pero ya sin pagar renta”.
Carballo Martínez destacó que no sólo los comerciantes, también los arrendatarios deberían pensar como han elevado sus costos y el detrimento que causan.
“Al abrir el negocio: 20 mil pesos de renta, pagar el depósito, la carga tributaria que trae, pago de sueldos, seguro social, empiezas perdiendo alrededor de 50 mil pesos… Yo digo que los renteros de zona centro deberían de pensar un poco más en ceder un poco en la cuestión de las rentas para que puedan darle vida al centro otra vez… Pero con esos precios tan caros, no creo”.