Gildo Garza / CAMBIO / LA RED DE ALTAMIRA
TAMAULIPAS. – En medio de las promesas gubernamentales de erradicar la corrupción y el nepotismo en las instituciones de Tamaulipas dentro del marco de la Cuarta Transformación, una sombra de dudas y contradicciones emerge sobre la Comisión Estatal de Energía en Tamaulipas (CETAM).
Américo Villarreal Santiago, hijo del gobernador Américo Villarreal Anaya, ha puesto en evidencia un caso de nepotismo y posible conflicto de intereses al otorgar a una pareja el control de esta institución, desencadenando actos escandalosos que socavan los principios de transparencia y cambio que se habían prometido.
La pareja en cuestión, conformada por José Ramón Silva Arizabalo y Korina López Garza, ha sido beneficiada con puestos clave en la Comisión Estatal de Energía de Tamaulipas, incluso a pesar de las alertas sobre sus posibles conexiones con la industria petrolera y sus relaciones personales.
Silva Arizabalo y López Garza no solo disfrutan de salarios mensuales que se aproximan a los 200 mil pesos, financiados por los contribuyentes de Tamaulipas, sino que también incurren en una violación directa de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, lo cual podría desencadenar consecuencias legales de gran magnitud. La relación entre la familia Villarreal Anaya y los propietarios de la CETAM, los Silva Garza, ha suscitado interrogantes sobre los verdaderos motivos detrás de estos nombramientos, cuestionando la integridad de la institución y su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
Empresarios y funcionarios con hambre de riqueza.
Korina López Garza ostenta el cargo de Directora de Vinculación Interinstitucional de la Comisión Estatal de Energía en Tamaulipas, con un nivel de director 190, lo que se traduce en una remuneración sustancial además de su sueldo base.
En su declaración de bienes del pasado mes de marzo, a pesar de haberse identificado como ingeniera ambiental egresada del Tec de Madero, omite mencionar detalles sobre su pareja sentimental. No obstante, se revela la administración de una empresa que obtuvo contratos millonarios con Pemex.
Al mismo tiempo, José Ramón Silva Arizabalo oculta información sobre su pareja y solo expone un currículum mediano, sin declarar sus múltiples empresas que operan en otros estados, con una estructura similar a la empresa que presuntamente administró su esposa como «directora de proyectos».
La empresa tampiqueña HALCÓN ENERGY GROUP, S.A. DE C.V., ha acumulado una cifra asombrosa de 18 millones de pesos en contratos para Pemex Exploración y Producción desde 2019 hasta la fecha, según la Plataforma Nacional de Transparencia, de la cual Korina López Garza se ostentó como directora de proyectos. Este hecho en sí mismo plantea cuestionamientos profundos sobre la integridad y transparencia de los procesos de contratación en la industria energética, no solo en Tamaulipas, sino también en Yucatán, Campeche y otros estados.
Además, se ha observado la utilización de recursos en viáticos de la Comisión de Energía en Tamaulipas para realizar giras que podrían calificarse como «negocios» personales, ocultos bajo la apariencia de convenios participativos en membrete.
De igual forma, el comisionado de energía, Silva Arizabalo, bajo opacidad omite en su declaración la propiedad de la empresa Rise Energy SAPI de CV, la cual opera desde el año 2016 en estados como Yucatán, San Luis Potosí y el gobierno federal a través de programas médicos y adquisición de equipo clínico.
Lo más grave es que omite declarar sus empresas recientes, tanto nacionales como internacionales, como KIIN TECHNOLOGIES S.A. DE C.V. (Mérida), EXPLORACIÓN BIOESTRATIGRAFÍA APLICADA Y SERVICIOS PETROLEROS S.A. DE C.V., GLOBAL RAB, S. DE R.L. DE C.V., OIL WELL TEST FAST, S.A. DE C.V. y OIL ASSESSMENT EXPRESS, S.A. DE C.V. (Tampico).
Con los primos en nómina.
En un giro aún más desconcertante, se ha revelado que dentro del entramado de corrupción y prácticas ilegales y opacidad que caracterizan a este matrimonio en el poder, la dueña del CETAM, Korina López Garza, ha colocado en la nómina a su prima hermana Alondra Garza González, quien ostenta el título de Directora de Promoción y Prensa con un salario mensual de 30 mil pesos. Este acto solo subraya aún más la falta descarada de ética y transparencia que prevalece en la Comisión Estatal de Energía de Tamaulipas.
El compromiso auténtico que Américo Villarreal Anaya prometía, el cual pretendía erradicar la corrupción y el nepotismo arraigados en las instituciones gubernamentales, parece haber tropezado en uno de sus propios fundamentos.
El caso de la Comisión Estatal de Energía de Tamaulipas ilustra de manera elocuente cómo, a pesar de las promesas de cambio, los vicios del pasado persisten y prosperan en formas aún más insidiosas. La convocatoria a la justicia y a una rendición de cuentas inquebrantable resuena con mayor fuerza que nunca, ya que la sociedad merece una transformación genuina, y no una simple fachada de cambio.