Por Javier Claudio
Claridades. – Un inicio de clases plagado de asaltos y temores de padres de familia y la comunidad estudiantil, así se vivió ayer el primer día de retorno presencial a la escuela correspondiente al ciclo escolar 2021-2022, esto en aquellos estados autorizados ante la pandemia del Covid-19, con la excepción de Baja California, Colima y Sinaloa que tuvieron qué posponer la actividad hasta el 13 de septiembre debido al embate del Huracán “Nora”. Nuestra grey estudiantil, sin duda, a pruebe de valor.
Aclarando. – Sujeta la autorización al monitoreo del contagio por parte de la Secretaría de Salud, se tiene en tanto que, los estados que regresarán de manera presencial y escalonada son: Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas (no todos los municipios), Aguascalientes, Campeche, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Morelos, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas, Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla, Nayarit y Quintana Roo.
Clarificando. – He aquí un amargo recuerdo de cómo se ha abusado de nuestra ciudad. Las críticas entonces fueron al Consejo de Instituciones, Coparmex y la Asociación de Agentes Aduanales, luego que ni siquiera se tomó en cuenta a los transportistas en relación al proyecto la rehabilitación de la Carretera Nacional, que la verdad sólo resultó una falacia, pues sólo de inicio, la verdad no se requería ni del asfalto ni del concreto, sí sólo de buena infraestructura para soportar el paso de la carga.
Claro que no. – Bajo un hastiado protagonismo, se dio a conocer que hubo el respaldo oficial a este gran engaño para la ciudad por parte del director general de Conservación de Carreteras de la SCT, Alejandro Fernández Campillo. Hoy, vemos que esto, nada nos dejó realmente y sí debió avergonzar que el mal estado de la ruta de carga de Nuevo Laredo se debió en gran parte al incumplimiento de conservación y mantenimiento de la SCT y que sin embargo finalmente nos costó casi 180 millones.
Claro que sí. – Y de nada sirvió ese gasto, pues recuérdese que posteriormente se acordó la otra parte del abuso y engaño como fue la creación de la Autopista Nuevo Laredo-La Gloria. El abuso estaba fraguado y ya enfilado, pues se pidió un préstamo cuando el presupuesto estaba ya asignado y por lo tanto agotado. El capítulo siguiente de esta repudiada historia fue que se tomaron los 400 millones que estaban “etiquetados” para crear el Aeropuerto de Carga, petición que fue de agentes aduanales.
Clarín. – Doble burla; pues esos 180 millones de pesos aplicados que le costaron a Nuevo Laredo y no a la SCT, no obstante, la responsabilidad de esta dependencia al no cumplir con el mantenimiento y la conservación de la ruta nacional. Ahí se dijo que la durabilidad de la obra de reparación sería solamente de tres años, pues posteriormente se detectaron fallas en la calidad de la obra, amén de que finalmente se optó por otro gasto, como fue el construir la Autopista Laredo-La Gloria.
Claroscuro. – La rúbrica de” jugarle el dedo en la boca” a Nuevo Laredo, es que los trabajos durarían solamente tres años, entonces para que realizarlos y porque no mejor esperar al presupuesto del siguiente año y hacer una verdadera obra de calidad. La “muerte anunciada” del proyecto para Nuevo Laredo quedó en evidencia pues en los tres años siguientes, pues afloraron los daños de un pésimo trabajo, pero para entonces ni Enrique Peña Nieto estaba en el poder, ni tampoco los entonces diputados federales.
Sabía usted que. – Expertos en construcción de carreteras por parte de la SCT, sostienen que la estructura que requiere la Carretera Nacional para soportar el paso de carga es un espesor inicial natural de 10 centímetros, terraplén de 50 centímetros, un subrrasante de 25 centímetros, un arrasante de 30 centímetros, posteriormente una sub-base con material triturado de 30 centímetros de espesor, así también una base de soporte de 40 centímetros para finalmente dejar un espesor de 1.85 mts… Ah y la carpeta asfáltica debe ser mínima de 25 centímetros. Pregunta, ¿lo tiene la Autopista N. Laredo-La Gloria?