Por Javier Claudio
Clarín. – Queda comprobada la alta sensibilidad de nuestra moneda, esta vez contagiada positivamente vez luego de la divulgación de los progresos de una potencial vacuna contra el coronavirus, lo que impulsa a su vez el interés global por activos de riesgo. La ligera recuperación mostrada por el Peso se dio en las primeras horas del día, ante los primeros tintineos de esperanza científica para frenar el temible contagio, levantando a su vez la esperanza al mundo que propicie una acelerada recuperación.
Claro que sí. – Fue así que ante la promesa de una vacuna contra el Covid-19 disparó la especulación de que la economía podría tener sesgos positivos en el menor tiempo que se estima, según la dirección de análisis de la firma Banco Base. Investigadores estadunidenses informaron el martes que la vacuna experimental de Moderna demostró que era segura y provocó respuestas inmunes en los 45 voluntarios sanos en un estudio en etapa inicial. Y el Peso acumuló un avance del 2.1 por ciento.
Aclarando. – No nos salva ni aquello que dice; la esperanza muere al último. Esto, ante el paso del tiempo y del gobierno de Andrés Manuel López Obrador sin tener un punto de partido claro y sólido hacia el cumplimiento de la reubicación de la Administración General de Aduanas (AGA) en la capital del comercio internacional, como así es reconocido Nuevo Laredo. No hay visos colaterales, como sería la creación de complejos residenciales y escuelas para dar recibimiento a más de siete mil familias.
Claroscuro. – Absortos en la pandemia del coronavirus, argumentos sobrarán más adelante por lo cual no se dio cumplimiento a este proyecto de desconcentración de actividades aduaneras en el país. Nuevo Laredo recibirá mil excusas de lo que no se cumplirá y para entonces estaremos convencidos de la triste realidad; que es muy fácil prometer, lo difícil es cumplir. La dignificación de nuestro enjundioso comercio internacional no se logará y seguiremos inmersos en la improvisación.
Claridades. – La detección en los Estados Unidos de dos becerros procedentes de Tamaulipas con tuberculosis bovina, propició que nuestro estado presente a partir del 15 de agosto la certificación sanitaria anual de cada cabeza de ganado a exportar, en lugar de realizarlo cada cinco años. Innegable el retroceso o la pérdida de un privilegio de nuestro estado al caer de un sitio un tanto preferencial y ubicársele ahora con Nuevo León y Coahuila. Lo bueno es que la exportación sigue vigente, replican productores.
Clarificando. – Los sucios enjuagues, abusos y fraudes en los Gobiernos Municipales distinguen tanto por su magnitud de los millonarios montos embolsados por funcionarios y algunos alcaldes como por el cinismo y la frialdad con que se cometen, pero también por la impunidad y que da pie además a riquezas mal habidas en la ciudad. Lamentable que el saqueo al presupuesto ha sido el botín de grupos y eso es imperdonable. Nuevo Laredo distingue por ser una ciudad noble y no merece el robo.
Claro que no. – Obsérvese; dos de las tres grandes obras y una donación de terrenos en las administraciones de Horacio Garza Garza, han sido atropelladas impunemente por la corrupción. Destaca el Puente III del Comercio Mundial al ser cedida la administración del Fideicomiso al Gobierno del Estado, en una oscura negociación que libró a varios funcionarios municipales de ir a la cárcel, esto luego de ser detectado un desfalco por aproximadamente 22 millones de pesos.
Sabía usted que. – Otro abuso impune más es Reservas Territoriales, galardonado con un premio nacional, y mutilado por extrañas ventas a funcionarios de Gobierno Municipal en hechos que se consumaron minutos antes del cierre de la administración de José Manuel Suárez López. Otro más sería la pillezca venta de terrenos de la antigua aduana, donados al Municipio por Luís Donaldo Colosio, entonces al frente de Sedesol, El único que salva es el Bulevar Luís Donaldo Colosio.