Por Javier Claudio
Claridades. – La pandemia del coronavirus y el cambio climatológico, indistintamente deberán ajustar la vida a la ciudad en los próximos años, esto mediante una serie de medidas sanitarias desde salida de casa, trayecto y destino, así también desde hace cuatro años la temporada de lluvias pasó a ser de tormentas y consecuentemente la creación de anegaciones de puntos críticos y sobre todo en aquellos sitios donde no se cumplieron las millonarias obras para crear colectores.
Aclarando. – En el caso de la intensidad de lluvias, no todo es culpa de la madre naturaleza, pues el ser humano también contribuye con su negligencia, principalmente en la deforestación y la impreparación para enfrentar tormentas. Recuérdese el cierre de la Carretera Laredo-Monterrey hace algunos años debido al desbordamiento del rio Salado, donde nadie dijo había sido ocasionado por el derribe de unos taludes en un rancho, según para evitar encharcamiento, pero el cauce desvió a la vía nacional.
Clarín. – Hoy es claro que la anegación de diversos sectores es el incumplimiento de la tan cacaraqueada obra de los siete colectores, donde lo más criticable es que el organismo Nadbank prestó ese dinero (250 millones de pesos) y sin embargo fue un asesor, Gerónimo Gutiérrez, quien vino a Nuevo Laredo para “aclarar” que no había irregularidad alguna. Al poco tiempo de este hecho que sorprendió a muchos y satisfizo a pocos, Gerónimo Gutiérrez fue nombrado director del Nadbank.
Claro que sí. – Corroboró en su momento nuestra información el director de Obras Públicas, Carlos de Anda Hernández, al confirmar como inconclusos los siete colectores de la ciudad, los que debieron de ser rehabilitados mediante una inversión del Nadbank por 240 millones de pesos, 120 más por parte del Gobierno del Estado y la misma cantidad por el Municipio, cantidades que estos no dieron, luego que los primeros 70 millones de pesos para los primeros dos colectores fueron escamoteados.
Clarificando. – Rubricó esta burla para la ciudad un grupo de “mirones”, que finalmente si fueron “de palo” e integraban el Comité Ciudadano, con Tomas R. Valdez Dávila, presidente del Comité de Desarrollo Industrial; René González de la Hoya, secretario, Consejo Coordinador Ciudadano; Ing. José Guadalupe Covarrubias Rodríguez, secretario Técnico de Comapa; Ing. Héctor Hugo Ramos, del Colegio de Ingenieros Civiles; Lic. Jorge Viñals, Regidor del Ayuntamiento; Rogelio Ortega Escobedo, del Club de Leones; Ing. José Ramos Zapata, titular entonces de la Cámara Mexicana de la Industria y la Construcción.
Claroscuro. – La lista de notables ciudadanos, que según avaló el proyecto, hoy convertido en un fraude, también fue integrado por el ingeniero Desiderio González, del Club Rotario; Eusebio Salas Mancilla, de ONG`s; José María Morales Domínguez, de la Confederación de Trabajadores de México (CTM); Arnulfo Tejada Lara, de la Asociación de Colonias Populares; David Negrete Arroyo, de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) y el Ing. Samuel Esquivel, del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica. Que hablen hoy, a excepción de los que ya fallecieron.
Claro que no. – La desvergüenza no para ahí, pues este proyecto, del que se ha comentado en escasas ocasiones, fue todavía dizque certificado por la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF) el 21 de Junio de 2006 y tenía como finalidad reducir la proliferación de infecciones trasmitidas por el agua estancada, tales como la hepatitis y el cólera, tras un estudio realizado para evitar el añejo problema de las inundaciones, producto de las lluvias que caen en la región.
Sabía usted que. – El detonante para esta obra fue en 2007, al invertir la administración Daniel Peña Treviño 44 millones 758 mil 629 pesos. Posterior la administración de Ramón Garza Barrios según aplicó en 2008 un total de 221 millones 132 mil 846 pesos con 47 centavos, en el año 2009 fue de 306 millones con 625 mil 910 con 60 centavos y en el 2010 subió a 67 millones de pesos. Hoy el Proyecto de Colectores de Drenaje Pluvial tiene un gasto de más de 680 millones 286 mil pesos aproximadamente.