Erik Huerta / LA RED DE ALTAMIRA
ALTAMIRA.- Mediante la investigación cibernética, la Policía Federal y Gendarmería se logró desarticular una red de pornografía y extorsión infantil que operaba en el municipio de Altamira: utilizaban a niños de primaria y secundaria para cometer sus ilícitos.
La exprocuradora del DIF municipal, Gabriela Ibarra Lozano, informó dentro del Foro “Diálogos para Prevenir e Identificar la Trata de Personas” ofrecido en el Tecnológico de Monterrey, informó que se trató de una situación en la que niños eran objeto de extorsiones por parte de adultos que los obligaban a proporcionarles material pornográfico.
“La situación se complicó tanto que tuvieron que intervenir los elementos de la Policía Federal a través de la Gendarmería y se hicieron todas las denuncias posibles”.
Refirió que la situación empezó cuando niños de sexto año de primaria y hasta tercero de secundaria, que se tomaban fotografías (íntimas) y se las mandaban entre los compañeros a través del WhatsApp y “estas fotos fueron a parar a otro tipo de personas”.
Esas personas identificaban y contactaban a los niños y los amenazaban con mandar a las familias las fotos que estaban circulando entre los grupos de compañeros, esto a fin de lograr que les mandaran más imágenes de ellos con prendas íntimas o sin ella.
Mencionó Ibarra Lozano que ante el temor que se estaba desencadenando entre los niños que habían sido presas, algunos decidieron informar a sus padres o maestros, situación que derivó a las denuncias, “se presentaron todas las denuncias posibles”.
Se informó que al actuar la Policía Federal, se logró ubicar y detener a los implicados en este delito.
Gabriela Ibarra también comentó que en los municipios de la zona conurbada se han dado casos de trata de personas, en el cual personas sin escrúpulos utilizan a niños para pedir limosna en los cruceros.
“Incluso hay niños que están haciendo acrobacias y no nos damos cuenta que esos niños no son hijos de esos señores y hay siempre una persona detrás de ellos, esperando en una sombrita esperando que les entreguen ese dinero que perciben”, dijo y agregó “esa es una trata de personas”.
Asimismo hay mujeres que son sacadas de sus ranchos o pueblos y con engaños las traen a la zona conurbada.
“Les dicen que van a trabajar bien y al último las ponen a pedir limosna en los cruceros y ese dinero no va a sus bolsillos, va a parar a las personas a quien se las trajo”, explicó.