No vigila ni evalúan la prevención y control de la contaminación ambiental
Lejos de cumplir con sus funciones como responsable de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales-SEMARNAT-, Jesús González Macías, titular de estas oficinas federales las ha convertido en un “elefante blanco”, llena de elitismo y burguesía, y su desempeño como tal está fallando sobre todo en sus obligaciones de atender las denuncias públicas de contaminación ambiental en ríos y lagunas en Tamaulipas, imperando con ello el burocratismo.
José Luis Ávila / LA RED DE ALTAMIRA
VICTORIA.- Lejos de cumplir con sus funciones como responsable de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales-SEMARNAT-, Jesús González Macías, titular de estas oficinas federales las ha convertido en un “elefante blanco”, llena de elitismo y burguesía, y su desempeño como tal está fallando sobre todo en sus obligaciones de atender las denuncias públicas de contaminación ambiental en ríos y lagunas en Tamaulipas, imperando con ello el burocratismo.
Es decir el delegado en Tamaulipas de la SEMARNAT, Jesús González Macías, desarrolla sus funciones, pues la responsabilidad por daños al ambiente le corresponde también a esta dependencia, sin embargo pasa por alto sus obligaciones.
Julio Cesar Martínez Infante, ex regidor y ex diputado local por el partido de la Revolución Democrática-PRD-, mencionó que una de las obligaciones de estas oficinas federales es por ejemplo incrementar los niveles de observancia de la normatividad ambiental, a fin de contribuir al desarrollo sustentable y hacer cumplir las leyes en materia ambiental.
“Sin embargo este funcionario nunca se le encuentra en sus oficinas, tal parece que este cargo lo utiliza para hacer política en lugar de ponerse a trabajar” comentó.
Asimismo tienen la obligación de vigilar y evaluar el cumplimiento de las disposiciones jurídicas aplicables, a la prevención y control de la contaminación ambiental, a la restauración de los recursos naturales, así como a la preservación y protección de los recursos forestales.
Se debe proteger, dijo, los intereses de la población y fomentar su participación en el estímulo y vigilancia del cumplimiento de las disposiciones jurídicas ambientales, así como brindarle asesoría en asuntos relacionadas con el medio ambiente.
“Por ello siento que estas oficinas se han convertido en un elefante blanco, llenas de elitismo y burguesía, al olvidar coordinar el control de la aplicación de la normatividad ambiental con otras autoridades federales estatales y municipales”, concluyó.