Por Clemente Castro González.
Al fin de cuenta se impuso la tendencia centralista y los intereses de los dirigentes de partidos políticos que integran la llamada coalición “Por México al Frente” (PAN, PRD y MC), al desechar el proceso abierto para decidir al prospecto a la presidencia de la República.
De manera que, a éstas alturas, nadie duda que el favorecido por la conveniencia de los guías de los institutos en mención es el panista RICARDO ANAYA CORTÉS, alguien que maniobró desde su partido, de manera ventajosa, para alcanzar su objetivo.
En sentido, acaba de anunciar que va por la candidatura presidencial algo que, no cabe duda obtendrá en tanto ya esta negociado entre las cúpulas de los altos mandos de los organismos de la coalición.
Y si, en efecto, ya se repartieron el pastel al asignarse lugares preferenciales en cuanto a candidaturas al Congreso de la Unión y es factible que hasta lugares en el gabinete, en caso de que logren su cometido.
La determinación de que sea el PAN el organismo que ponga candidato al ejecutivo federal, lo arreglaron sobre la base de que el partido de mayor peso específico, dentro de los coaligados, llevaba mano.
A los del PRD les dejan la Ciudad de México (CDMX) para que pongan abanderado, el cual será respaldado por el Frente.
En el camino se quedó MIGUEL ÁNGEL MANCERA, mismo que, al no darse una competencia abierta, decidió no entrarle y continuar en el gobierno de la CDMX.
Hay quienes podrán opinar que el Jefe de Gobierno actúo de manera sensata, inteligente y madura pero igual lo pueden tachar de cómodo, incongruente y oportunista.
Algo que queda claro es que MANCERA no quiso ir más allá de las declaraciones y prefirió replegarse y, de alguna manera, avalar lo que impusieron los jerarcas de la alianza partidista.
Con lo sucedido es lógico que los frentistas están prácticamente arrollando las aspiraciones del panista RAFAEL MORENO VALLE.
Recordemos que dicho personaje fue otro de los que insistieron en que hubiera proceso abierto para determinar el candidato a la presidencia por la unión de partidos.
Desde luego que esa postura, a éstas alturas, esta muerta y sepultada, en tanto que se impuso una especie de dedazo.
Luego entonces, a RAFAEL, le queda doblar las manos y sumarse al frente, mediante una reconfortante negociación o dejarse querer por otro organismo que le pueda dar cobijo.
Algo que llama la atención es que, una vez que ANAYA CORTÉS, dio a conocer su intención de ir por la candidatura no sólo se lanzó contra ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR de MORENA y JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA, sino que también criticó fuertemente a los expresidentes, FELIPE CALDERÓN HINOJOSA y VICENTE FOX QUESADA, del los que sostuvo desaprovecharon la oportunidad de cambiar al país.
Lo cierto es que el escenario político-electoral empieza a modificarse, al menos de entrada.
Otra cosa seguramente se dará cuando se acerque el momento de ir a las urnas y se valore que tanto avanzaron los candidatos presidenciales, defensores del sistema, en su afán de relevar a ENRIQUE PEÑA NIETO, en relación a su adversario común, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Es muy probable que, al final de la competencia, se conforme una alianza de facto, para ir por el voto útil, si se les complica la situación a priistas, panistas, perredistas, independientes y los que se acumulen.
Así se maneja esto, cuando se trata de conservar el poder para asegurar intereses determinados.
El punto es que, sin duda, ANAYA se salió con la suya.
AL CIERRE
Era de esperar que le costara el cargo, al ahora ex subsecretario de Educación en Tamaulipas (SET), JULIO HERMINIO PIMIENTA PRIETO, por los señalamientos públicos que hizo en cuanto a la ineficiencia administrativa en la dependencia, lo que retrasa el pago a profesores de escuelas de Tiempo Completo y otros programas.
Sucede que el especialista en educación, de origen cubano, sigue sin entender el significado de la sentencia popular que, al texto indica que “la ropa sucia se lava en casa”.
El caso es que, el secretario, OSCAR ESCOBAR SALAZAR, esta obligado en atender lo expresado por el doctor PMIENTA y, de ser necesario, hacer una limpia en la SET para superar inercias.
Porque de que algo anda mal, ni duda cabe en tanto que no son pocas las voces al interior y exterior que así lo señalan.
Lo mejor que le podría pasar al matamorense, en la circunstancia actual, es que lo manden a la competencia electoral, a su natal municipio.
Pero si no fuera así, esta obligado a corregir las grillas y deficiencias de la secretaría a su cargo.
Da la impresión que ESCOBAR quedó atrapado entre los grupos que colocaron a su gente en la SET, al margen de él.
A propósito de dependencias, empieza a manejarse en redes, la exclusión de que serán objeto empleados de la Secretaría de Salud, en cuanto a los incentivos que se les da en la presente temporada.
Incluso se habla de que quedarán al margen de la posada que se hace, previo a las vacaciones.
En efecto, los trabajadores de Salud cuentan con un par de sindicatos que los debería defender pero eso no sucede. Sus líderes prefieren no ver ni escuchar a sus representados para no evitar problemas.