Por Clemente Castro González
Tula es pueblo mágico, lo que le da relevancia a nivel nacional e internacional, dada su historia, cultura, artesanía, arquitectura, gastronomía y otros atributos que conservan y destacan sus habitantes.
Pero la ciudad es referente también, desde hace tiempo, debido que ahí se han dado maniobras truculentas de políticos y autoridades.
Y uno de los magos del tejemaneje es, sin duda, el ex alcalde, JUAN ANDRÉS DÍAZ CRUZ, acusado de desviar y apropiarse de millones de pesos del erario público, durante su pasada administración.
Sería ingenuo pensar que el ex munícipe se mandaba sólo y bajo esa condición actúo.
Resulta evidente que tiene sus padrinos y accionó bajo su tutela. Así funciona esto.
De modo que Tula puede ser una muestra de los entramados de corrupción que arman los llamados grupos de interés.
Quizá por eso, al darse la alternancia en el congreso, gobierno estatal y el municipio se fueron sobre el ex munícipe.
Corre la versión de que personajes de peso, en el sexenio anterior, vieron en el Pueblo Mágico un lugar apropiado para invertir. Eso incluyó la compra de viviendas ubicadas en el centro de la ciudad y terrenos.
De ahí que se dieran a la tarea de no escatimar esfuerzos a fin de bajar apoyos federales y hacer lo propio desde la administración estatal.
Precisamente de las cantidades millonarias que andan el litigio, siete o más millones de pesos corresponden a un programa de construcción de vivienda de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (SEDATU), cuyo titular es SERGIO GUAJARDO MALDONADO.
El dinero sí llegó pero la edificación de cuartos, a que estaba destinado, sólo se hizo de manera parcial, sin mediar justificación.
Lo que se piensa es que, DÍAZ CRUZ, recibió instrucciones para desviar ese recurso hacia actividades políticas, aunque no se duda que el munícipe pudo haberse servido con la cuchara grande.
El antecedente que hay, es desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), a cargo de EDUARDO MANCILLA, se canalizaron a Tula beneficios del programa agroincentivos 2015, mismos que no pararon en las manos de una considerable cantidad de lugareños.
Al respecto hubo denuncias públicas de los afectados, más de dos mil campesinos, de municipios de la región, la mayoría de Tula.
De alguna manera el problema se apaciguo pero salieron a relucir las transas, en cuyo centro estuvo JUAN ANDRÉS y un par de proveedores, al parecer sus prestanombres.
La lógica establece que DÍAZ CRUZ no pudo ser tan torpe como para aventarse algún tiro solo. Tuvo que recibir la instrucción de los mandos que manejaban el poder, en aquel entonces, con el propósito de hacer un cochinito y, llegado el momento, aplicarlo en campañas que garantizaran conservar el mando en el municipio.
Desde luego que con la bendición del jefe político, que al fin y al cabo, es el que marcó línea.
En fin, el caso es que Tula es Pueblo Mágico pero igual se convirtió en uno de los centros que despertó la codicia para hacer negocio a mediano y largo plazo, a condición de tener administraciones afines, cosa que, por ahora, no sucedió así.
Obvio que alguien deberá pagar los platos rotos y, por lo pronto, JUAN ANDRÉS, todavía no la libra.
Lo anterior podría no tener ninguna relación con el hecho de que se trata de proyectar a SERGIO GUAJARDO MALDONADO para la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Sin embargo, no debemos perder de vista que los amarres que se dan en lo oscurito son reales y no precisamente para buscar el bien común.
De hecho hay voces que sostienen que se trata de un grupo de priistas que, desde hace tiempo, están nucleados y pesan dentro de los asuntos del poder.
Es pertinente referir que el funcionario federal, al igual que otras figuras pertenecientes a la Confederación Nacional Campesina (CNC), giran en trono al organismo, en el cual tiene probada influencia GUADALUPE FLORES VALDÉZ alguien que sabe de política y fue pieza clave en el sexenio anterior.
De manera que no pierdan de vista a GUAJARDO, para la sucesión en la dirigencia del PRI, en cuanto ésta se de.
Es evidente que el nuevo tricolor no llegará y los jerarcas seguirán siendo lo que saben de complicidades y guardar secrecía.
AL CIERRE
Los aspectos sindicales avanzan en Tamaulipas. Recién se acaba de dar salida a un conflicto que existía en la maquiladora Delphi 2, que funciona en la ciudad capital, en la cual se disputaba la dirigencia sindical.
Guardas las proporciones, éste lunes se concretó la firma del contrato colectivo del trabajo entre la UniversidadAutónoma de Tamaulipas y el Sindicato único de Trabajadores (SUTUAT).
El rector, ENRIQUE ETIENNE PÉREZ DEL RÍO, atendió los planteamientos del gremio y, similar a otros años, se llegó a un acuerdo.
De ésta forma se continúa, sin mayores problemas, en la máxima casa de estudios en donde, por cierto, ya acaba el semestre y de inmediato comienzan los cursos de verano.
A propósito de la UAT trascendió que, en breve, se harán adecuaciones a la estructura orgánica de la institución.
Es factible que se cree una nueva secretaria y que algunas direcciones lleguen a fusionarse.
Se entiende que si se dan ajustes, igual habrá reacomodos, con el visto bueno del guía universitario.
En cuanto a las unidades académicas, escuelas y facultades, luego de superado el desencuentro en Trabajo Social, la actividad trascurre en la normalidad.