
Por Clemente Castro González
Cierto que hay una lucha en contra de la delincuencia organizada y, a juzgar por las evidencias, ésta es en base a una estrategia que incluye objetivos y metas, todo ello sustentado en la coordinación de los tres órdenes de gobierno.
Aunado a lo anterior, las autoridades tienen un contacto frecuente con integrantes de la sociedad civil para escuchar sus demandas, aportaciones e inquietudes.
Es decir, a lo que se lleva a cabo no se le puede poner peros en cuanto a la planeación y tampoco, en ciertos resultados que se han visto.
Sería un despropósito minimizar la presencia y actuación del Ejército, La Marina Armada de México y, desde luego, las policías Federal y Estatal.
Hay efectivos caídos en cumplimiento de su deber, lo que da cuenta de la realidad de una confrontación que, en ocasiones, llega al extremo.
Igual la información oficial da cuenta de la detención de líderes e integrantes de las grupos de la delincuencia organizada y, en no pocos casos, se les ha ultimado.
Pero sin restar mérito a lo que se ha realizado, no se entiende por qué sigue la violencia y, en algunas localidades, una paz ficticia, que sólo denota la presencia y el dominio de los grupos delincuenciales.
Es pertinente referir lo que declaró ayer el secretario de Gobernación, MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, quien reiteró que se va por los objetivos principales pero, además, se operar en lo referente a aspectos logísticos y para quitar las fuentes de financiamiento de los proscritos.
Por supuesto que así deber ser pero hay que señalar que, en lo referente a las fuentes de financiamiento, recién acaba de entrar en el discurso del encargado de la política interna de México, al menos en Tamaulipas.
Falta escuchar, por espinoso que sea, del ronco pecho de los figurones del gobierno, que pongan el acento en la relaciones que se tejen entre criminales y políticos y su compromiso para desmantelarlas.
Cabe señalar que, en el pasado reciente, se realizaron operativos para verificar la situación legal de los prestadores del servicio del transporte público, así como los particulares, aunque se trato de acciones que no fueron permanentes.
Eso permitió que se continuara con el desorden, lo que implicó que se dieran atracos utilizando, por ejemplo, taxis piratas.
Tampoco se supo que se metiera mano en los casinos, empresarios del espectáculos, burdeles y otros “negocios que operaban y tal vez lo sigan haciendo, con evidentes irregularidades.
Es un secreto a voces que persiste los autogobiernos en las cárceles, aunado a las extorciones, secuestros, cobro de piso y las ejecuciones.
Cierto que le asiste la razón al secretario OSORIO CHONG, cuando habla de que antes, en Tamaulipas, en diversos municipios había eventos de inseguridad y que esa situación se modificó a favor de los ciudadanos.
Señala que, en la actualidad sólo un par de localidades evidencian eventos de violencia que afectan la dinámica de vida de las personas.
En efecto, pero lo que no le reportan al ministro es que en las localidades “pacíficas” persiste la presencia de agrupaciones de la delincuencia organizada. Y si no se dan sucesos de violencia frecuentes es porque un grupo impone su ley.
Ojalá y el discurso de OSORIO no sea parte de la misma retórica que hemos venido escuchando desde hace años.
Vamos a ver si el gobierno de la alternancia, que conduce el gobernador, FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, se faja y no se presta a la simulación, que tanto daño le ha provocado a los tamaulipecos.
Sin salirnos del tema tenemos que EDAGARDO MELHEM SALINAS, coordinador de los diputados tamaulipecos de extracción priista, en la cámara baja, reiteró que es momento para dejar de echar culpas y aplicarse al asunto de seguridad.
Desde luego que eso incluye a presidentes municipales y a legisladores.
RULETA
En la Secretaría de Salud, su titular, GLORIA MOLINA GAMBOA acepta que todavía siguen las carencia en hospitales, tanto de medicamento como de materiales de curación y laboratorio.
No queda claro si lo que sucede es por falta de dinero para “sensibilizar” a los proveedores a fin de que surten con prontitud lo requerido.
Pero puede suceder que se tenga el medicamento y material pero se carezca de un sistema adecuado de distribución.
Si fuera el caso, tan sencillo que es que desde nosocomios presenten sus necesidades en oficinas centrales ubicadas en Victoria y de ahí se de respuesta, según prioridades y existencia de lo pedido.
Lo extraño es que algo tan sencillo llegue a enredarse y muestre las fallas y el enojo de parte de directivos de nosocomios.
Se sabe que en el hospital de Altamira, de plano, el mando del mismo, regresó un lote de medicinas que les hicieron llegar, en tanto no fue lo que pidieron.
“Para qué queremos Paracetamol, si hay en bodega y esta por caducar. Por eso se busca repartir lo que hay en existencia a los derechohabientes antes que solicitar más”, habrían argumentado los jerarcas del hospital.
De modo que, la secretaria y sus colaboradores tendrán que revisar tal disfunción y corregirla ante de que crezca.
A lo mejor es cosa de hacer ajustes y asunto arreglado. Grave si se tratara de un entramado tejido entre los proveedores y mandos de la secretaría para que se adquiera y envié a hospitales medicamento y materiales que los empresarios o intermediarios de la industria farmacéutica quieren dar salida.
AL CIERRE
La lideresa del PRI en la entidad, AÍDA ZULEMA FLORES PEÑA, sostuvo una reunión con el comité ejecutivo estatal de su instituto y guías de los municipios para definir el procedimiento a seguir en su instituto en los días por venir.
Al respecto, se corrió la versión que a ese evento acudiría, al menos un aspirante a la dirigencia estatal, para reventar el acto.
Desde luego que no fue así.