Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Quedó constatado que la internación de miles de paisanos por esta parte de la frontera es meramente de paso y sin derrama alguna para los comercios, más aún que se estima fue menor que en el mismo periodo de años anteriores.
El apuro principal de llegar a ver a sus familias en el interior del país –a sus lugares de origen– y la situación de emergencia por la pandemia, serían dos factores que motivaron el cruce rápido según el Instituto Nacional de Migración (INM).
“Lo que queremos es llegar para ver a nuestras familias, la verdad. Nosotros no paramos al pasar por la frontera, si acaso solo para tramitar los permisos, nada más estamos el tiempo necesario”, dijo a su retorno a Miami Florida, Elías Valadez.
Asintió en que el paso por la frontera mexicana siempre es con apuro, dado la pérdida de tiempo para obtener ante la Aduana el permiso de importación del vehículo, principalmente.
Con respecto a los negocios de restaurantes, tiendas de conveniencia y grandes tiendas, jamás se ha tenido un ingreso adicional que este enlazado con la internación de paisanos por esta parte de la frontera.
“Tal vez este año algunos tuvimos la esperanza de que hubiera alguna derrama por parte de los connacionales, sobre todo para aligerar las difíciles económicas ocasionadas por la pandemia, pero el paisano no cambia sus costumbres”, dijo Daniel Vázquez, encargado de un pequeño negocio en el primer cuadro de la ciudad.
De acuerdo a datos proporcionados por el INM al inicio del cruce de paisanos, en los primeros días del Programa Paisano que fue del 02 al 31 de diciembre, la cantidad de atenciones fue de solo 600, cuando el año pasado se atendieron más de tres mil.