David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Estudios tras estudios; debate tras debate y no llegan a una conclusión real y concisa que defina el origen de la violencia del ser humano.
Que la personalidad agresiva es una cuestión hereditaria o se desarrolla según el ambiente en el que va creciendo el infante, pues todos nacemos libres de todo mal. Sea cual sea la realidad, nadie ha podido explicarlo, pero lo cierto es que el peor enemigo del hombre es el mismo hombre.
Y aunque el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, considere que la violencia “inicia en casa”, se esfuerza en recuperar la grandeza, estabilidad, paz y confianza de su Estado; así como la recomposición del tejido social con acciones básicas como la inauguración de Centros de Convivencia Familiar (CECOFAM) en donde los matrimonios involucrados en un divorcio que no logran conciliar la custodia del menor o acordar horarios de convencía puedan tener un lugar donde mantener la relación entre padres de hijos.
De estos centros se han inaugurado cinco en todo Tamaulipas, una de las entidades más violentas de México. Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo Ciudad Victoria y la Zona Metropolitana del sur del estado ya tienen el propio, por cierto son los municipios más peligrosos de un estado que ocupa el segundo lugar nacional en casos de divorcio. Aquí donde el secuestro es diario, se registran en promedio casi 4 mil rupturas matrimoniales anualmente y las parejas, en su mayoría, no logran una separación consensuada y por lo contrario se ven envueltos en severos problemas.
Los CECOFAM, son una herramienta para el Sistema Judicial de Tamaulipas que permite una convivencia sana entre el padre y el menor sin generar más conflicto en los adultos.
Desde allí se puede derivar gran parte de la violencia que hoy azota a Tamaulipas, pues del total de llamadas que se reciben a la línea de emergencias 911, más del 50 por ciento son relacionadas a la violencia intrafamiliar. Esto lo dio a conocer el mandatario tamaulipeco quién llamó a la sociedad a recuperar y fortalecer los valores humanos desde el núcleo familiar o de lo contrario será prácticamente imposible volver a tener paz.
Salida fácil o una dolorosa realidad a la que todos se harán de oídos sordos, porque el problema no es exclusivo de Tamaulipas, la falta de valores está en todo México, como la misma violencia generalizada que padecemos cotidianamente desde Las Baja, Querétaro, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca o Chiapas. Así que si quiere paz, incúlquela en casa. ¡Ya dijo! Cabeza de Vaca.