Por Clemente Castro González
El diputado federal priista, Alejandro Guevara Cobos, es un político cuyo discurso, similar a otros de su clase, es francamente demagógico y por tanto ofensivo.
Por ejemplo, habla de que en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) lo que no quieren es gente corrupta porque eso los llevó a la derrota.
Suponemos que se refiere a Tamaulipas y el descalabro sufrido hace poco más de un año.
La verdad es que no le queda al diputado asumir esa pose en tanto que fue copartícipe de la derrota ya que es uno de los no pocos priistas que le regatearon, en su momento, el apoyo a Baltazar Hinojosa Ochoa, candidato perdedor a la gubernatura.
Y es que Guevara quería ser el candidato al ejecutivo estatal pero el grupo priista en el poder, en el sexenio anterior, se encargó de bloquearlo y, a la postre, descarrilar su sueño.
Lo lamentable es que algunos de sus allegados si creyeron en que el era sería el bueno, en tanto que juraba y perjuraba ser amigo cercano del presidente, Enrique Peña Nieto.
No se duda que el mandatario lo ubique y hasta que reconozca al tamaulipeco pero la prueba esta que, cercano, lo que se dice cercano, no lo es tanto.
De haber sido así, Guevara Cobos y no Hinojosa Ochoa habría sido el candidato a la gubernatura.
Ni modo que el ex gobernador, Egidio Torre Cantú, hubiera estado en posibilidad de decirle que no al “Señor de los Pinos”, una vez marcada la línea a favor del legislador mantense.
La historia ya se conoce y no fue otra que la caída de la hegemonía priista en la entidad.
Por ello, ahora que Alejandro se llena la boca para hablar de que los corruptos contribuyeron a la debacle de su partido, también habrá que refrescarle la memoria en el sentido de que, igual los traidores a su instituto hicieron su aportación.
Además, por qué guardó silencio durante tanto tiempo, en tanto que él no se ha bajado del “tren de la Revolución” en los últimos tres sexenios de corte priista.
Ni modo que acabe de abrir los ojos y en razón de eso le haya dado por arremeter en contra de los malos elementos de su partido.
Nos late que el diputado se anda por las ramas y trata de acuñar un mensaje beligerante y a la vez justiciero con la intención de no quedarse fuera en el relevo de la dirigencia del PRI o al menos tener presencia con alguien afín a su proyecto.
En el fondo lo que quiere Guevara Cobos es hacer presencia y presión para colarse en la puja por una senaduría en el 2018.
Lo cierto es que el diputado trata de arrogarse una autoridad moral y representatividad que esta muy lejos de tener.
Hasta le dio por recomendar a los priistas que tuvieron dudas de PRI y se alejaron a que reconsideren, en tanto que, “es de sabios equivocarse”.
A propósito, uno de esos “sabios”, que reconoce y cita, es a Javier Villarreal Terán, alguien a quién se le vio en el evento que tuvo a principios del mes, Andrés Manuel López Obrador, presidente de MORENA, en ciudad Victoria.
En concreto Guevara trae su cuento, su pose y es evidente que no es de gratis.
AL CIERRE
Unos 200 trabajadores, incluidos médicos y enfermeras protestaron, éste jueves, en el Hospital Civil debido a la falta de medicamentos y material para curación.
Llegaron al grado de bloquear la entrada a los directivos del nosocomio y advirtieron que van a continuar si no se resuelve las demandas que plantean.
Hablan de que se carece de lo elemental, al grado de que una persona falleció de un infarto porque no se le atendió con el medicamento que requería.
“A veces no hay soluciones, suturas guantes; no están obligando a no trabajar porque no tenemos las herramientas que se requieren” declaró a reporteros el médico Mario Cantú.
Habló de que algo similar sucede en otras clínicas y hospitales del estado por lo que están en platicas para hacer un frente común y extender la protesta.
Esperemos que la alta jerarquía de la secretaría de Salud no eche en saco roto lo que piden los quejosos ya que de no ser así, el problema se agudizará y traerá consecuencias con cargo y costo a la dependencia en mención y esto es el gobierno de la entidad.
+.-Algunas personas pidieron que especificara sobre el incumplimiento del alcalde de Casas, Arturo Barrón Perales, con respecto a compromisos contraídos con sus representados.
Van algunos. Prometió hacer un sistema de agua a la comunidad menonita y además pavimentar del campo 1 al ejido 5 de febrero y no se a concretado.
Según esto iba a triplicar el número de alumnos becados y, a fecha, sólo le dado a un 30 por ciento de los estudiantes que tienen éste beneficio. Es decir, ni siquiera atendió a los que ya estaban enlistados en otro tiempo.
En cuanto a las despensas, se supone que apoyaría sin distingo de partido a las familias necesitadas; lo que se sabe es que ha excluido a priistas.
Hay otros pendientes que tienen el edil: caminos, maquinaria agrícola, vivienda: la lista es larga.
En cuanto a las comparas que ha realizado, es otra historia.