LUPITA TORRES / LA RED DE ALTAMIRA
TAMPICO.- Con hasta dos décadas de haber llegado a la zona, algunos extranjeros la recorrían y hasta lograron obtener algún empleo para allegarse recursos y enviar a sus familias a su país de origen; otros forjaron raíces al procrear hijos con personas de la localidad, siempre con la sensación de que algo faltaba y este martes la zozobra terminó: se les entregó su pasaporte mexicano, el cual avala su estancia legal en el país.
En el caso de Giovanny Aguilar, de 45 años de edad, es un salvadoreño que salió de su tierra huyendo de la guerrilla hace ya casi 20 años y desde entonces se dedica al arte callejero, es payasito y labora en el centro de Tampico.
“Recibí este día mi pasaporte gracias a Dios, tanto que estábamos esperando esto, sí me siento muy feliz la verdad. Soy de la República del Salvador, tengo más de 15 o 20 años acá y no había tenido chance de sacar el pasaporte porque vengo de un tiempo de guerrilla y no podíamos conseguir los documentos necesarios y varios documentos se habían perdido”.
Evidentemente agradecido con el Instituto Tamaulipeco para la Migración, mostró su felicidad al recibir los documentos y manifestó que él decidió quedarse en Tampico porque era una zona más de comercio y en donde hizo una familia.
“Y es una ciudad donde viene mucha gente de muchos lados y aparte tuve hijos con una chica de Tampico y por eso me tuve que quedar, tengo tres hijos. No me puedo quejar de nada, toda la gente me echa la mano aquí, me conocen gracias Dios y saben que estoy en la plaza haciéndole show a todos y gracias a Dios todos me apoyan, soy payasito y trabajo en el mero centro de Tampico”.
Como él, fueron 5 personas que recibieron ese documento que los acredita como residentes legales en territorio mexicano, todos son gente de trabajo que han puesto de manifiesto su valía en actividades honestas como la gente local que en su momento, les brindó la mano amiga para que se establecieran, reduciendo la zozobra que su corazón y su estómago pudieran albergar por encontrarse lejos de su casa, de su familia, de la tierra que los vio nacer.