Por Mario Vargas Suárez
La palabra en síse entiende como elaviso de la intención de daño o perjuicio, algo así como… “Me amenazó con pegarme si desobedecía…como un riesgo para alguien o algo… indicar que sucederá algo malo…”
En otras palabras, es la idea de peligro anunciado por un tercero, ya en forma directa, o en ese lenguaje no verbal que no dice, pero que da a entender muchas cosas.
Desde esta connotación, toma sentido la retórica del tabasqueño López Obrador, dueño de MORENA, que con el dedo índice al aire, hizo el emplazamiento a las dirigencias de los partidos de izquierda (PRD-PT- Movimiento Ciudadano) para construir “desde hoy” en el Estado de México una coalición con miras a transformar el país en el 2018.
Hasta ahí todo hubiera estado bien, pese a la seña del dedo índice que lo levanta más allá de la barbilla casi amenazadoramente y con un tono de voz, y lenguaje no verbal que no puede tener otra lectura más que La Amenaza para formar una coalición en torno a su candidata al gobierno del EDOMEX, Delfina Gómez.
Los periódicos digitales de todo el país, informaron ayer, que desde la Plaza de Armas de Cuernavaca, Mor., y por segundo día consecutivo, el presidente de MORENA advirtió que después de este cuatro de junio “ya no habrá posibilidad de ir juntos… y entonces la única alianza que habrá será con el pueblo y con los militantes de base de los partidos políticos, dejando fuera a sus dirigentes nacionales.”
Los analistas políticos sin ningún compromiso partidista, hemos interpretado las palabras de López Obrador más que como invitación, como una amenaza, porque considera que EDOMEX es la entidad clave para llegar a Los Pinos.
Sin embargo los datos estadísticos revelan que, como Tamaulipas, el PRI ha gobernado por más de 70 años al EDOMX y en este 2017 existen registrados en el Padrón Electoral once millones 404 mil 743.
Los números estadísticos dicen que el 67.2 por ciento del territorio de EDOMEX, ahora es dominado por el PRI con 84 alcaldías; 18 para los azules del PAN, 16 para los amarillos del PRD;Tres para los rojiamarillos del PT; y uno para cada partido: MovimientoCiudadano, Encuentro Social, PANAL y MORENA.
Para los tricolores los números alcanzados en otras elecciones del EDOMEX, por oros partidos políticos, son los que hacen pensar de más, como las de 1999 donde gana el tío de EPN, Arturo Montiel (PRI) con un millón 371,564 votos; pero José Luis Durán (PAN-PVEM) logra un millón 146,071 votos. Una diferencia de 225, 493 votos.
En la elección de 2005, Peña Nieto (PRI-PVEM) obtuvo Un millón 801,530, mientras que su más cercano fue Rubén Mendoza del PAN-Convergencia, con 936,615 votos.
Se inscriben las elecciones de 1999 y 2005, porque son los años que antecedieron a la elección federal de los años 2mil y 2006, cuando triunfa el PAN en la presidencia de la Republica con el guanajuatense Vicente Fox Quezada y el michoacano, Felipe Calderón Hinojosa.
Lo que significa que el tricolor ha ganado en el EDOMEX, pero el mismo partido perdió la presidencia de la república.
Los datos estadísticos de la última elección local en EDOMEX, tiene registrada una participación ciudadana del 46.15%. Es decir, poco más de la mitad de la población en edad de votar no lo hizo, además, hubo 3.67% de votos nulos.
Los partidos políticos como la coalición PRI-Panal-PVEM, alcanzaron el 61.97%; a la segunda posición en el estado quedó la coalición PRD-PT-Convergencia, con el 20.96% y los azules del PAN se quedaron en tercer lugar con apenas el 12.28% del total de votos en las ánforas.
En otras palabras, me parece que La Amenaza de Manuel Andrés López Obrador, a los partidos de “izquierda” para que renuncien a las pretensiones de llegar a las urnas del EDOMEX en junio próximo, va en serio, y ya desde ahora los sentencia a que no harán coalición para las elecciones grandes, las del 2018, si no se alinean desde ahora.