Por Mario Vargas Suárez
En el segundo día de vacaciones primaverales, la conferencia de prensa mañanera del presidente López Obrador informó sobre el Memorándum que dirige a las Secretarías de: Gobernación (SEGOB), Educación Pública (SEP) y Hacienda y Crédito Público (SHCP) “…para detener y dejar sin efecto” la reforma educativa de Peña Nieto.
El título se refiere a que esta ¿puede? ser ¿es? una maniobra política del presidente Andrés Manuel López, en cuanto a la validez legal de una ley constitucional sobre un memorándum.
Quienes saben de leyes identifican la cuestión de jerarquías y en este tema no aparece para nada el memorándum presidencial.
Los maestros de México recuerdan que los recién posesionados como legisladores federales con mayoría de Morena, en septiembre pasado emitieron un Exhorto de la Cámara de Diputados a la Secretaría de Educación Pública, en ese entonces Otto Granados como titular, para suspender la reforma educativa y precisaba la suspensión de la Evaluación a Maestros.
La lógica respuesta no se hizo esperar y pública y contundentemente el titular de Educación en el país, dijo que solo se aplica la ley. Y lo mismo publicó el titular del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).
Esta vez, como entonces, me parece que es una nueva tomada de pelo al magisterio nacional, cuando la muy alta autoestima presidencial, determina que un simple documento suplirá una norma constitucional.
¿No le avisaron al tabasqueño, venido a presidente de los mexicanos que para modificar la Constitución General de la República tiene que tener la aprobación de las dos terceras partes de los mexicanos, vía congresos estatales?
¿Dónde están los asesores jurídicos del presidente?
El memorándum que debe ser muy largo, según las agencias de noticias, recomienda, que la nómina federal de los maestros, a partir de fecha no especificada, quedara bajo el control del Estado Mexicano, por lo tanto esta parte le corresponde a la SHyCP.
En lo que respecta a la SEP, le instruye para reinstalar a los docentes despedidos; a la SEGOB y le indica se realicen las diligencias necesarias para liberar a los maestros y luchadores sociales aún presos por su oposición a esta ley.
El sistema político mexicano reconoce en los hechos la omnipotencia del Poder Ejecutivo en turno. Como ejemplos hay muchos, como la excarcelación de la francesa, Florence Marie Louise Cassez Crépin, conocida mediáticamente solo como Florence Cassez que apenas entró Peña Nieto a la Silla Grande y la liberó; o la deuda que perdonó el de Atlacomulco a la República de Cuba por varios cientos de millones de dólares.
Sin embargo, la prepotencia presidencial de otros tiempos se mantuvo oculta, hasta que investigaciones periodísticas exhibieron a la luz pública estas irregularidades, solo que como ha sucedido siempre… “no pasa nada” ¿Le suena familiar?
Con toda seguridad los jerarcas del SNTE, encabezados por el coahuilense, Alfonso Cepeda Salas; los de la flotilla de la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales, esperarán la luz que les ilumine el rumbo y hasta aplaudirán en la sombra donde pasen sus vacaciones.
Me parece que la sensatez magisterial, puede encender la mecha porque se sientan burlados. Y más, porque andan molestos los médicos residentes, que serían dos sectores fuertes en número de participantes, lo que pudiera desatar un descontento social como los que se vivieron al finalizar la década de los años 50, con Adolfo López Mateos (1958-1964) como presidente.
Termino preguntando: ¿El memorándum presidencial será una Aspirina a la CNTE?
Si es así ese remedio, no cura la enfermedad y se corre el riesgo que el paciente empeore, a menos que ya esté sedado.