Por Mario Vargas Suárez
Sin preámbulo le comento que el título se refiere al primero de julio, día señalado en el calendario electoral para que los mexicanos con la categoría de ciudadanos, así lo marca la Constitución General de la República, debemos ejercer nuestro derecho al voto para elegir presidente, legisladores federales y, en su caso, gobernador, legislador local y presidente municipal.
Los mexicanos que han querido y, los que no también, sabemos que el Instituto Nacional Electoral (INE) determinó tres debates entre los contendientes a la presidencia del país, llevándose el primero en la capital azteca y el segundo en la fronteriza Tijuana.
Apenas dos semanas antes del día de la votación se llevará a cabo el tercer debate entre los cuatro candidatos, en la capital de Yucatán, Mérida, La Tierra del Faisán y del Venado.
Analistas políticos coinciden en señalar sobre la apatía del electorado, pues no logran identificar propuestas que valgan la pena, pero sí han presenciado una serie de ataques verbales que no solo son ofensivos entre ellos, sino que ofenden al público telespectador.
Por otro lado, el miedo electoral está haciéndose presente en distintos sectores de la sociedad nacional, porque mientras para unos el que gane un candidato determinado, es poner en riesgo la economía de una región y del país; para otros la estabilidad social por la inseguridad es prioritaria; y otros opinan que ‘es pan con lo mismo’.
Para la gente seguidora de Morena insiste en las públicas denuncias sobre los empresarios nacionales que están incitando a sus empleados para votar en contra de la Coalición Juntos Haremos Historia.
La denuncia más reciente ahora fue contra Alberto Bailleres (1932) economista y empresario mexicano, presidente de Grupo Bal, con negocios en el comercio, minería, metalurgia, seguros y finanzas, entre otros. Es el principal accionista de Grupo Peñoles, El Palacio de Hierro y GNP Seguros.
Hace unos días también fue denunciado Germán Larrea Mota Velazco (1941), del Grupo México, que es la empresa minera más grande de México y la tercera empresa productora de cobre más grande del mundo.
Como dato interesante le comento que Germán Larrea es considerado el segundo hombre más rico de México según la Revista Forbes en 2015 y 2016 y el tercero en 2013.
Ambos empresarios -Bailleres y Larrea- han sido señalados de pedir a sus empleados votar, abiertamente, en contra del candidato presidencial Andrés López. Así lo denunció personal de El Palacio de Hierro Perisur, en la Ciudad de México.
Los empleados denunciantes declararon que el mensaje fue “Voten por el candidato que tenga la mayor probabilidad de vencer a López Obrador; es la mejor oportunidad que tenemos de preservar el sistema económico que nos permite emplearlos”, señala la Revista electrónica Bloomberg.
La misma fuente señala que a los empleados les fue exhibido un video de apenas seis minutos y creado por ConcienciaMX, un grupo financiado por las tres principales cámaras de comercio del país.
“Usted, y en términos más generales México, no están tan mal como se cree. Los salarios y el poder adquisitivo han aumentado en las últimas décadas, los servicios públicos son mejores, el comercio exterior está en auge y juntos, podemos continuar mejorando la sociedad mexicana. ‘Infórmate y reflexiona antes de votar”. Dice el video, según Bloomberg.
En un comunicado, El Palacio de Hierro admitió participar en la creación de ConcienciaMX, porque comparte la filosofía de promover la participación ciudadana y el voto libre y secreto. Sin embargo rechazó que la empresa presione a sus empleados a votar de alguna manera.
El Palacio de Hierro es completamente respetuoso de las preferencias políticas individuales y refrenda su neutralidad política”, apuntó la empresa.
También se sabe que la cadena de supermercados Chedraui, en las áreas de descanso de sus trabajadores, exhibe carteles con preguntas como “¿Qué es la democracia? ¿Qué es el populismo?”.
En los carteles de Chedraui adición un texto que dice “Cuba y Venezuela son países que no tienen elecciones libres y democráticas.”
Cierro este espacio con la intención de que las propuestas de hoy, desde el centro de Excelencia de la UAT-Victoria, los candidatos al Senado de la República por Tamaulipas, verdaderamente se centren en soluciones, no en agresiones.