En el Vía Crucis del Migrante
Tuvo una especial participación de cubanos que quedaron varados al concluir la Ley de Ajuste Cubano, popularmente conocida como “pies secos, pies mojados”.
Primitivo López / LA RED
NUEVO LAREDO.- Con la política migratoria de odio de Donald Trump a cuestas, hombres y mujeres migrantes y repatriados estacionados en esta parte de la frontera, participaron en el Vía Crucis del Migrante organizado por la Iglesia Católica de la Diócesis de Nuevo Laredo.
Este evento que se realiza a año con año, ahora tuvo una especial participación de cubanos que quedaron varados al concluir la Ley de Ajuste Cubano, popularmente conocida como “pies secos, pies mojados”.
También pesa en el ánimo la amenaza latente de deportaciones masivas de mexicanos indocumentados de los Estados Unidos.
El evento católico, en plena Cuaresma, fue encabezado por Monseñor Enrique Sánchez Martínez, Obispo de Nuevo Laredo, sacerdotes, religiosas y laicos, quien realizaron la representación del Vía Crucis de Jesucristo.
La caminata inició en la Iglesia del Santo Niño, la más antigua de Nuevo Laredo y recorrió varias calles del Centro Histórico.
Una de la paradas fue frente al Instituto Tamaulipeco de Atención al Migrante (ITAM), otra en la Plaza del Paisano y terminó en el Seminario.
Giovanni Bizzotto, director de la Casa del Migrante Nazareth, informó que en ese albergue, con capacidad para 160 personas, actualmente el 80 por ciento lo ocupan cubanos quienes pernoctan y reciben alimento, ropa, calzado y medicinas.
De igual forma son recibidos los mexicanos repatriados y migrantes que desafían las medidas migratorias estadounidense con el fin de lograr el cada día más difícil “sueño americano”.
Bizzotto explicó que emulando el Vía Crucis de Jesucristo aquí se hicieron nueve estaciones y se aprovechó para hacer una reflexión sobre lo que vive la mayoría de los migrantes en su intención por llegar a Estados Unidos en búsqueda de una mejor calidad de vida