Por Catón
Estoy triste.
No se me tome a mal esta declaración.
Parece cosa impropia, de un editorialista, dar a conocer públicamente, esos que, en otros ámbitos más líricos, se llamarían “los sentimientos de su corazón”.
Pero mis cuatro lectores, son tan cercanos a mí, y tan bondadosos, que no dudo, en compartir con ellos, mis desolaciones y mis alegrías.
Estoy triste, porque, veo que se derrumba la casa en que nací, donde he vivido y espero morir: México.
La están destruyendo unos hombres y mujeres, resentidos, ignorantes, con odio en su corazón por quienes trabajamos, somos productivos, creamos empresas, empleos, Familias……… escuchan en su delirio y hambre de venganza, a un tipejo, con delirios de grandeza, rodeado de una corte de vasallos, que, en el fondo, saben que las medidas que el caudillo dicta, atentan contra la Nación, pero………….. no se oponen a ellas por interés personal, y aun las aplauden servilmente. Desoyen, o escuchan con desdén, las voces razonables, que se oponen a esas aberraciones, causantes de la ruina del País.
Por eso, miro con tristeza, el aplastamiento de la Constitución, la defenestración de las instituciones autónomas, el trono en que se sienta el prepotente dictador, sobre los escombros de la República.
Aprendiz del grupo y acuerdo de Sao Paulo, realiza con quien antes, fue su enemigo mortal, el fraude cibernético y con un algoritmo…. se roba la elección para colocar a su títere y seguir mandando….
No hay hipérbole, ni melodrama, en lo que digo.
Hay realidad.
Lo admiten en secreto, incluso los más untuosos aduladores del cacique.
No ignoran, que México va rumbo al abismo,
y que, en el próximo sexenio, el autócrata seguirá mandando, sobre la mandataria, atada, por los dispositivos que urdió ese hombre, López Obrador,
para seguir ejercitando su poder: La revocación de mandato y la amenaza de sus socios financieros los narcos, el hampa, los beneficiarios de “abrazos no balazos” en complicidad de los traidores de las Fuerzas Armadas, que no pertenecen ya a la patria, sino al hombre de la 4T, quien, se adueñó de ellas, otorgándoles corruptoras dádivas y concesiones fuera de la ley.
De ahí, mi tristeza, más propia de mi edad que la rabia, o que la indignación.
Muchas cosas le ha robado MALO a este país:
la democracia, la legalidad, el orden, la seguridad, la protección a la salud de sus habitantes,
el derecho de los niños y jóvenes a una buena educación.
A mí, me ha robado la esperanza, en un México mejor para mis hijos y mis nietos.
Me ha arrebatado, también una vejez tranquila, pues los días que me quedan, serán ensombrecidos por ese maximato, que ya nada ni nadie puede disfrazar.
Estamos viendo el fin de la nación.
Su ruina, se consumará en unos días, en Septiembre, cuando la corte del monarca, apruebe con una Sobrerrepresentacion ilegal, en el Congreso con un Senado sobornado, las desquiciadas iniciativas, para hacer de la Republica un recuerdo y una caricatura, atacando y destruyendo a la judicatura, un loco populista al servicio del Ejecutivo y de los delincuentes.
Uno de sus pedestres cortesanos, dijo que, la reforma judicial es un regalo que le dan a López.
Lo que en verdad le están entregando es el País.
¿No tengo entonces motivo para la tristeza?…
CATON
Lo firma Catón y lo lloramos los que amamos a México.