LUPITA TORRES / LA RED DE ALTAMIRA
TAMPICO.- Debido a que no se ha cumplido cabalmente con el estado de derecho, muchos proyectos se han pospuesto y algunos incluso se han cancelado, lo que provocó una caída del 18 % en la obra pública federal en el país en 2020 en comparación con el 2019, independientemente de que la obra privada también se mantiene en suspenso.
Fue el ingeniero Francisco Javier Solares Alemán, nuevo presidente de la CMIC Nacional, quien se refirió a la complicada situación que enfrentan los constructores en todo el territorio mexicano; él sustituye en el cargo a Eduardo Ramírez Leal, quien concluyó su gestión de 3 años al frente de este organismo camaral.
A un año de la pandemia del COVID-19, expuso que esta contingencia sanitaria los afectó al igual que a otros sectores.
“La obra pública del gobierno federal, el impacto más significativo fue en el 2020 que bajo un poco más de un 18 % con relación al año anterior y que ya veníamos en un proceso de un decrecimiento en la inversión de obra pública y ahora en 2020 el total de la obra que se hacía en el país antes del COVID, el 80 por ciento era con inversión privada y el 20 % con recursos públicos”.
Afirmó que la inversión privada se ha detenido, desacelarado, y hay muchos proyectos que se han pospuesto, mientras que otros desgraciadamente se han cancelado.
“Y ese es un trabajo que tenemos que hacer como representantes de los constructores formales del país, para que inversionistas de proyectos privados vuelvan a tener confianza en México y hay varios factores, el más importante es que debemos considerar al país, y como representantes de cámara lo vamos a hacer, el irrestricto cumplimiento al estado de derecho, hay varios ejemplos de situaciones que hacen dudar a los inversionistas si se van a cumplimentar cabalmente el estado de derecho que tenemos y eso hace que el inversionista detenga sus inversiones hasta que tenga certeza de que las reglas del juego se van a cumplir”.
Cuestionado sobre si la reforma de la industria eléctrica es un ejemplo de ello, respondió: “Tiene razón, con la reforma a la industria eléctrica de que ya hay varios amparos que están deteniendo la aplicación de esta ley, pero tenemos como ejemplo también la cancelación de obras importantes y que tenían aparentemente toda la normatividad en regla y fueron suspendidas y eso hace que el inversionista privada tenga más cautela y eso hace más lenta la construcción de obra privada que es la mayor parte de la construcción”.
Entre los proyectos que fueron suspendidos, es el de una cervecera en Mexicali, de una firma norteamericana con varios cientos de millones de dólares que fue suspendida, misma que llevaba ya un 70 % de avance en su construcción.
Sin embargo, pese a esta política de la 4T, dijo que son optimistas y tienen una buena expectativa para el sector de la construcción.
“Pensamos que habrá una recuperación desde luego con relación al año anterior, que tuvimos un año muy importante, pero necesariamente empezará la recuperación ya de este sector, y consideramos que cada vez más tendremos una mayor participación de los constructores organizados del país en la construcción de la infraestructura que necesitamos”.
Asimismo, dijo que el Presidente de la República ha dado muchas responsabilidades al ejército, no nada más en construcción, sino en otras actividades y a esas responsabilidades les llaman misiones, pero consideran que el ejército no está diseñado para hacer todas esas actividades y necesariamente tienen que colaborar y participar y este sector está dispuesto a colaborar con el gobierno en turno.
“Y el ejército tendrá que subcontratarnos dando esquemas donde participemos los constructores de México, y que sepa que construcción no es sinónimo de corrupción ni nada parecido”.
Por ello, pidió al gobierno federal que volteen a ver la infraestructura de este país que la han edificado los constructores, y son los precisamente los constructores los primeros interesados en que ese cáncer de la corrupción termine.
“No queremos corrupción y si hay corrupción que asuman las consecuencias, y que se presenten pruebas necesarias, porque estamos dispuestos hasta las últimas consecuencias, como en el caso de Oderbrecht, que fue expulsada de nuestra cámara, somos los primeros interesados en que se acabe la corrupción”.