
Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- La temporada de calor es motivo de preocupación del sector salud en general debido a que son ampliadas las posibilidades presentarse casos de hepatitis, la que es atraída por las altas temperaturas.
El predominante clima cálido ha propiciado que entre el cuerpo médico de consulta difunda instrucciones de hacer un atento llamado a personas que consultan para hacer conciencia sobre las dificultades que implica contraer esta enfermedad y emite recomendaciones para prevenirla.
El doctor Jaime Emilio Gutiérrez Serrano, director del Hospital General Nuevo Laredo, explicó que la hepatitis es una enfermedad que afecta al hígado, provocando dolor e inflamación y, como consecuencia, bloquea el paso de la bilis que produce este órgano al descomponer la grasa, trastornando su función de eliminar las toxinas de la sangre.
Hizo saber que los tipos de hepatitis que existen son tres y están catalogados como A, B y C, el tipo A es el llamado benigno, ya que con un eficaz tratamiento el paciente lo supera sin problemas, mientras que el tipo C es más riesgosa.
“Cabe destacar la Hepatitis Tipo C que puede tener consecuencias fatales a largo plazo y finalmente el tipo B, es considerado el más mortal a corto plazo, por lo que debe de tratarse de urgencia, una vez que se detecte”.
En cuanto a medidas preventivas, recomendó el constante lavado de manos, desinfectar frutas y verduras, mantener los alimentos refrigerados, cocinarlos de manera correcta -sobre todo los mariscos-, y evitar compartir los utensilios donde se toma agua o se consumen alimentos.
Expuso el doctor que la hepatitis es causada por varios tipos de virus que están en el ambiente, por ello la más común es la de tipo A, que es muy infecciosa, su contagio es por vía oral y fecal, a través de algunos alimentos como los mariscos y el agua contaminada.
Gutiérrez Serrano comentó que los principales síntomas de la hepatitis, son: pérdida del apetito, malestar general, cansancio, náuseas y diarrea, además de que la persona infectada adquiere un color amarillento de la piel y ojos.