
Por Raúl Hernández Moreno
Este día, el alcalde Enrique Rivas Cuéllar les hizo un merecido reconocimiento a las enfermeras y enfermeros, por su día,
El convivio se realizó en el Centro Cívico, asistieron cientos de profesionales, tanto de hospitales públicos como privados y el munícipe entregó 44 reconocimientos.
Ahí los exhortó “a continuar en la primera línea, en la defensa de la salud de nuestros niños y jóvenes, de nuestros trabajadores, de nuestras madres y de las personas de la tercera edad, Nuevo Laredo cuenta con ustedes para seguir extendiendo los servicios de salud y brindar atención más eficaz, oportuna y digna”.
Por cierto que Rivas Cuéllar dio a conocer que a partir de este miércoles 11 se dará a conocer la lista de los 15 mil 560 estudiantes que recibirán una beca por parte del gobierno municipal.
Con estas 15 mil becas, significa que uno de cada 5.3 estudiantes que hay en Nuevo Laredo recibe una beca y si a esto sumamos las nueve mil que entrega el gobierno del estado, hablamos de un universo de 24 mil alumnos beneficiados de 84 mil.
Es un apoyo muy importante para la educación.
Este año el gobierno municipal destinará más de 68 millones de pesos en el rubro de becas.
Mientras tanto, con el alza a la gasolina, y tras el amago de cierres que anuncio la Asociación de Gasolineros, resulta que hay negocios que optaron por vender el litro a 16.03, el precio máximo autorizado, sin hacer caso al subsidio ofrecido por el gobierno federal.
Este día, ese era el precio en las gasolineras de Reforma y Pedro Pérez Ibarra y en la de Madero y Lerdo de Tejada. Son precios oficiales, al igual que el de 13.26. En realidad los gasolineros pueden vender a lo que quieren, pero sin pasar del precio máximo, que en este caso son los 16.03. Es igual a lo que ocurre con el precio de las tortillas, o de las casas o de las rentas. Cada quien da el precio que quiere y el consumidor decide si paga o no.
Un servidor, por ejemplo, es afecto a consumir tortillas de maíz crudas y el paquete de medio kilo cuesta 22.90 pesos. Nadie nos obliga a comprar el producto, lo compramos por decisión propia. Igual va a ocurrir con la gasolina, pero es cuestión de que nos acostumbremos.
En el caso de los renteros, desde toda la vida hay propietarios que fijan sus rentas en dólares. El problema es que hace un año y medio un local que pagaba dos mil dólares al mes eran 26 mil pesos y ahora esos dos mil dólares son 43 mil, 17 mil pesos más en un lapso de 18 meses. Esto ha obligado al desalojo de locales, porque el dólar sube, pero los ingresos en moneda nacional siguen siendo los mismos, para patrones y empleados, desde hace muchísimos años.
Finalmente déjenos comentarle que el gobierno del estado anunció un recorte de 600 millones de pesos en su gasto corriente. Eso es bueno porque hasta ahora al ciudadano de a pie se le pide que ante le crisis económica se ajuste el cinturón ¿y el gobierno qué?
El ajuste de los cinturones debe ser parejo, sociedad y gobierno y no nada más del lado de los ciudadanos.